La compañía vuelve a la normalidad exploratoria tras la moratoria aprobada por Obamamadrid. Repsol retoma las operaciones de perforación en un nuevo pozo en aguas profundas en el yacimiento de Bucksin, en el Golfo de México, tras recibir un permiso de la Oficina de Energía de la región, con lo que su actividad vuelve a la normalidad tras el vertido de BP que provocó que el Gobierno estadounidense decretara la suspensión de las operaciones. Repsol participa en este yacimiento con un 12,5 por ciento, junto a Maersk Oil, con un 20 por ciento y Samson, con otro 12,5 por ciento, mientras que Chevron es el operador de Buckskin, con una participación del 55 por ciento. El presidente de Maersk Oil en Estados Unidos, Bruce Laws, mostró su satisfacción por este permiso porque permitirá seguir adelante con las actividades de evaluación en la perspectiva de este pozo. Desde Repsol siempre se confió en que el desastre del vertido no afectaría en gran medida a este descubrimiento de 2009. La razón es que el comienzo de la exploración estaba previsto para principios de 2011, por lo que estaría exenta de la prohibición aprobada por el Gobierno de Barack Obama sobre nuevos permisos para realizar perforaciones petroleras en alta mar durante un determinado plazo de tiempo. Este yacimiento cuenta con una profundidad de unos 10.000 metros con una lámina de agua de 2.000 metros con una columna de cerca de 100 metros de crudo ligero y dulce, "de alta calidad". La exploración y producción de petróleo en el Golfo de México es uno de los diez proyectos clave del plan estratégico de Repsol-YPF para el periodo 2008-2012. La compañía ya está presente en esta zona a través del 'megacampo' de Shenzi, uno de los mayores descubrimientos realizados hasta el momento en aguas profundas del Golfo de México. Allí, la petrolera cuenta con 73 bloques exploratorios. Para Repsol, el Golfo de México ofrece un régimen fiscal atractivo y estable, que históricamente ha obtenido una de las mayores tasas de retorno de capital.