La constructora española, aliada con la francesa Alstom, ha ganado el concurso convocado por la ciudad argelinamadrid. En el siglo X, los andalusíes fundaron la ciudad de Orán, en el norte de Argelia, con la intención de convertirla en capital del comercio entre África y Al-Andalus. Desde entonces, sus lazos con la Península Ibérica han sido muchos, aunque intermitentes, llegando a formar parte del otrora imperio español, hasta que Carlos IV (1748-1819) vendió definitivamente este enclave a los otomanos, a finales del siglo XVIII.Doscientos años después, los españoles han vuelto a cruzar el Mediterráneo para volver a estrechar lazos con Orán. Pero, en esta ocasión, movidos por intereses meramente empresariales. Un abanico donde los contratos de infraestructuras brillan con luz propia, por sus elevados importes, como los 345 millones de euros en que está valorado el futuro tranvía de la ciudad.Un ambicioso proyecto que ha sido adjudicado, provisionalmente, a Isolux Corsán. Aliada con la francesa Alstom, la compañía presidida por Luis Delso se ha impuesto en el concurso internacional convocado por la ciudad argelina, cuyas autoridades negociarán con el grupo español los últimos flecos del contrato.Reparto de poderesCuando se cierre definitivamente la adjudicación, para finales de año o principios del próximo, Isolux contará con un plazo de veintiséis meses para construir el tranvía, cuyos 19 kilómetros de longitud se espera que estén en servicio a partir de 2010.La compañía española será responsable de la parte de ingeniería y construcción del proyecto, mientras que Alstom se responsabilizará del suministro de los 30 trenes, con capacidad para 300 pasajeros, que circularán por las vías del futuro tranvía. Un trabajo que supondrá para las arcas del grupo francés el ingreso de unos 140 millones de euros, poco más de una tercera parte de todo el importe del contrato.Para la compañía española, este contrato no tiene sólo una lectura financiera, sino también estratégica, ya que uno de los objetivos que se ha marcado para este ejercicio es elevar el peso del mercado internacional del 20 por ciento al 40 por ciento. Un reto donde están jugando un importante papel los contratos de infraestructuras ferroviarias, como éste, o la reciente adjudicación del primer tren de alta velocidad argentino, que también se ha adjudicado junto a Alstom.