x Periodista de Empresas&Finanzas"Me duele España". Han pasado casi 100 años y las palabras de Miguel de Unamuno tienen ahora la misma vigencia que entonces. En los tres primeros meses del año el mercado doméstico ha penalizado más de lo esperado a las firmas del selectivo español que ha ganado casi un 1 por ciento menos (ver gráfico) que en el primer trimestre de 2010 debido al "desfavorable escenario macroeconómico español", Telefónica dixit. Al grito de nos pesa España los principales espadas del Ibex dejaron patente el pasado mes de noviembre en el foro Latibex que el mercado español es un lastre para su negocio. Una realidad que ha llevado a las grandes multinacionales a expandirse en busca de nuevos mercados, hasta convertir a Latinoamérica en una necesidad para España (es el segundo mayor). Una diversificación que pese a los esfuerzos no ha sido suficiente para mantener el ritmo de crecimiento experimentado en el primer trimestre de 2010, cuando las firmas del selectivo ganaron un 20 por ciento más debido a que la caída del consumo en nuestro país, los casi cinco millones de parados y las subidas de los impuestos han pesado más que sus negocios de ultramar y mucho más que lo previsto por el consenso de mercado de FactSet. Telefónica ha sido una de las grandes decepciones. La compra de la compañía brasileña Vivo elevó las expectativas sobre los beneficios de la multinacional que preside César Alierta. El mercado esperaba que los ingresos se multiplicasen por cuatro elevando los beneficios hasta los 2.222 millones. La caída del 5,6 por ciento de los ingresos de la teleco en el mercado doméstico han rebajado los beneficios de Telefónica hasta los 1.624 millones, un 1,9 por ciento menos que en 2010. Las grandes constructoras españolas también han decepcionado a los analistas y la penalización del descenso de la inversión pública en infraestructuras ha afectado más a sus balances que el negocio internacional. Las multinacionales como FCC y Ferrovial han visto como sus beneficios bajaban pese a tener más del 65 por ciento de sus ingresos fuera de España. Esta situación obliga a las multinacionales a reducir el peso del mercado doméstico no solo en sus carteras (el 61 por ciento de la cartera de negocio de Sacyr está en el exterior) y facturación, sino también en sus gastos e infraestructuras. Un ejemplo de esto es el Banco Santander y Telefónica. Emilio Botín, presidente de la entidad, ha visto como sus beneficios caían debido a la falta de negocio en España, donde apenas concede créditos, pese a su elevada presencia fuera. Botín ha anunciado que el peso del mercado doméstico no debe subir del 15 por ciento. En este sentido, los bancos no prevén despegar hasta el tercer trimestre. El consumo no tira y las compañías tienen que buscarse las habichuelas fuera, como Gamesa, que ha realizado el 100 por cien de sus ventas en el exterior. El ejemplo contrario a la huida iniciada por las compañías nacionales es Arcelor Mittal que tras la grave crisis y haber cancelado muchos proyectos en España ha anunciado que va a invertir 147 millones en Gijón. Igual que el alza del crudo ha beneficiado a Repsol, la recuperación de la demanda de acero inoxidable está detrás de los proyectos de Arcelor y las ganancias de Acerinox. Indra suma en el exterior Los mercados internacionales reportaron importantes alegrías a Indra, que en el primer trimestre del curso elevó su beneficio el 7 por ciento y mejoró sus ventas el 2 por ciento. En la actualidad, la compañía de tecnologías de la información obtiene el 41 por ciento de su facturación lejos de nuestras fronteras.