En la guerra del depósito no existe la tregua. Las advertencias del Banco de España no parecen asustar a algunos bancos y cajas que apuestan por mejorar la rentabilidad de sus productos por encima del 4 por ciento. En la coyuntura actual suele coincidir que las entidades más débiles son las que ofrecen las mayores remuneraciones por el ahorro. No es el caso del Banco Popular, que figura entre los más solventes y ha mejorado el rendimiento de sus depósitos a 12 y 18 meses. El banco asciende posiciones en nuestra clasificación de la Primera División de la liga del depósito de las entidades financieras de mayor tamaño en el mercado. Así, Banco Popular escala tres casillas hasta el cuarto puesto esta semana. El mérito recae en el traslado de la rentabilidad al cliente a través de su depósito Gasol, aumenta 0,50 puntos básicos, hasta el 3,75 por ciento. Aunque significativo, el mayor cambio se produce en el depósito de Popular a 18 meses, el Estirón, al que eleva 0,75 puntos básicos hasta el 4,25 por ciento. Una cantidad que, en ese mismo tipo de producto y duración, le convierte en el competidor directo del Banco Espírito Santo. El banco portugués recompensa el ahorro con un interés del 4,4 por ciento. Aunque puedan parecer similares, si se buscan diferencias se encuentran. Si desea localizar una sucursal de Espirito Santo en nuestro país, quizás se percate de la principal. Mientras que el Popular cuenta con cientos de oficinas repartidas por el territorio nacional, el banco luso posee 28 en toda España. Si vamos más allá, hay que hacer referencia al grado de solvencia de ambas entidades. Si la española posee uno de los mayores porcentajes de core capital -activos de máxima calidad- del 9,93 por ciento, la lusa hizo pública en su última presentación de resultados el suyo del 7,9 por ciento. El Banco de Portugal, el regulador luso equivalente al Banco de España, exige que al finalizar el año todas las entidades tengan un ratio mínimo de solvencia del 9 por ciento. No obstante, ambos tienen el aval del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), sistema que garantiza a los clientes la recuperación de la cantidad depositada con un límite de 100.000 euros, de sus respectivos países. A diferencia de otros bancos extranjeros que cuentan con ficha bancaria en nuestro país, y están adscritos al español, del Banco Espírito Santo respondería el FGD portugués. La cantidad mínima de contratación también difiere en ambos depósitos. El luso exige un mínimo de 75.000 euros no aptos para todos los bolsillos, frente a los 300 del Popular. Una menor cuantía que junto a su rentabilidad le llevan a convertirse en el nuevo Ecodepósito de elEconomista.