Eleva al 2% su participación en la petrolera y allana el camino para su entradamadrid. Mutua Madrileña y Repsol YPF son dos enamorados que se quieren cada vez más. Y que están dispuestos ambos a sellar un matrimonio perfecto por muchos años. Esta metáfora sirve para describir la relación entre la aseguradora y la petrolera, después de que el pasado verano la entidad que preside José María Rodríguez Pomatta entrara en Repsol con la compra del 1,4 por ciento de su capital con los 470 millones de euros ingresados por su salida de ACS.Desde entonces, la aseguradora se ha interesado por tener un miembro en el Consejo de Administración de la entidad que preside Antoni Brufau, al igual que en todas las empresas participadas (como el Grupo Santander y Sacyr).Pero en esta ocasión la decisión no era nada fácil. La petrolera cuenta en su accionariado con La Caixa, con un 12,5 por ciento del capital, a través de Criteria y Repinves, y con Sacyr, que maneja un 20 por ciento de la petrolera. La entidad financiera tiene dos miembros en el consejode la petrolera y la constructora de Luis del Rivero cuenta con tres representantes por lo que la participación de la Mutua Madrileña en esos momentos, un 1,4 por ciento, parecía insuficiente para sentarse en el consejo. En un reparto normal se necesitaría controlar del orden del 6 por ciento para tener derecho a un asiento en el consejo y así se lo hizo saber Repsol a la Mutua.A partir de ese momento comenzaron las negociaciones entre ambas empresas. Pomatta tenía clara que quería un puesto y Brufau no rechazaba la posibilidad, sino que únicamente pedía una mayor apuesta por parte de la entidad madrileña y estaba dispuesto a dar facilidades para ello.Excelentes relacionesPomatta y Brufau mantienen desde hace años unas excelentes relaciones y ambas empresas han colaborado en proyectos conjuntos como el de Autoclub de Repsol.Aquella alianza tuvo un gran éxito y finalmente fue la Mutua la que acabó quedándose con el negocio cuando la petrolera se tuvo que centrar en los negocios más estratégicos.El presidente de Repsol y de la Mutua han mantenido varios encuentros desde este verano para intentar alcanzar un acuerdo que les permita sentarse en la dirección de la petrolera y parece que el desenlace está a punto de producirse.Ayer, Mutua Madrileña hizo más que un gesto en esta historia al comprar, a través del mercado, 7,5 millones de acciones de Repsol YPF, incrementando su participación hasta alcanzar el 2 por ciento del capital de la compañía energética española. El coste de la operación asciende a 203,5 millones de euros, financiados en su totalidad con fondos propios de la aseguradora española. La entrada en el capital de Repsol YPF responde a la política de reinversión permanente de activos de Mutua Madrileña y a la búsqueda de alianzas con socios de referencia y máxima solvencia en su sector. Actualmente, además del 2 por ciento de Repsol YPF, la aseguradora es propietaria del 1,17 por ciento del capital de Banco Santander y del 5 por ciento de la constructora Sacyr Vallehermoso. La operación consolida la estrategia anunciada por el presidente de Mutua Madrileña, José María Ramírez Pomatta, de realizar inversiones financieras en empresas de máxima solvencia preservando siempre la independencia de Mutua. Mutua Madrileña es "el primer grupo asegurador español en rentabilidad y solvencia", según aseguran fuentes de la aseguradora presidida por Rodríguez Pomatta. El margen de solvencia de Mutua Madrileña es el mayor de las aseguradoras españolas, con un 2.051 por ciento sobre la cuantía mínima. Más del doble que la siguiente del sector.Su cartera está formada por aproximadamente 2.700.000 asegurados repartidos en los diferentes ramos donde opera. Actualmente está presente en automóviles, motos, vida, salud, defensa jurídica, hogar, decesos, enfermedad, asistencia, subsidio y accidentes. A través de Mutuactivos, la gestora de fondos de Mutua Madrileña, ofrece fondos de inversión y Planes de Pensiones.