Se convertiría en líder del sector lácteo mundial con unas ventas de 14.000 millonesmadrid. Al final se cumplieron las previsiones. El grupo galo Lactalis ha anunciado su intención de hacerse con la totalidad del capital de la compañía italiana Parmalat, que cotiza en la bolsa de Milán, en una operación que se situaría en torno a los 3.400 millones de euros. En menos de quince días, y pese a las diversas presiones del Gobierno de Berlusconi, Lactalis ha ido ganando terreno en el accionariado de la histórica empresa transalpina hasta alcanzar el pasado viernes el 29 por ciento del grupo. Al final, la compañía francesa ha dejado al descubierto sus cartas y ha decidido beberse la totalidad de Parmalat, lo que la convertiría en el primer grupo mundial del sector lácteo con unas ventas superiores a 14.000 millones de euros, presencia en más de cuarenta países y cerca de 50.000 trabajadores en plantilla. A través de un comunicado remitido al regulador bursátil italiano, Lactalis, que es ya el primer grupo lechero de toda europa, ha explicado que su oferta a 2,6 euros por título representa una prima del 21,3 por ciento respecto a la cotización de Parmalat en el último año y de un 33,6 por ciento si se atiende al valor real de la empresa, teniendo en cuenta la capitalización bursátil, la tesorería neta y los intereses minoritarios por acción. Pero no lo va a tener fácil. Al igual que ocurriera en España con la compra de Puleva hace ahora un año, a la que Lactalis destinó 630 millones de euros, los principales actores del sector e incluso de la política transalpina, se han mostrado reacios a que una compañía extranjera se haga con las riendas de un grupo mítico del entramado empresarial italiano. De hecho, durante los últimos días, han sido varios los rumores que anunciaban alianzas estratégicas con el objetivo de evitar el desembarco de Lactalis en Parmalat y que finalmente han quedado en nada. Para evitar suspicacias e intentar asegurarse el éxito de la operación, el presidente de Lactalis, Emmanuel Besnier, se apresuró ayer a decir que Parmalat mantendrá su seña de identidad italiana y continuará contizando en bolsa. Lactalis todavía no ha precisado cómo financiará la operación. Cascada de adquisiciones Con esta compra, la láctea francesa cierra un rally comprador que inició hace dos años con la adquisición de otra compañía mítica de la alimentación española, Forlasa. La quesera manchega, dueña de marcas como El Ventero o Gran Capitán, pasó a manos francesas tras un desembolsar 200 millones de euros. Una compra a la que siguió la de Puleva y un intento de adquisición de la también francesa Yoplait, por la que ofreció 1.300 millones. En cerca de año y medio, Lactalis se ha destapado como uno de los más activos del negocio alimentario mundial, sólo superado por Kraft y su gigantesca adquisición de 13.000 millones por la chocolatera Cadbury. Si finalmente concluyera con éxito la opa sobre Parmalat, el primer grupo agroalimentario de Italia estaría bajo los designios de los intereses franceses, un detalle que puede complicar la oferta. Parmalat protagonizó en 2003 el mayor escándalo financiero de la historia de Italia. El Gobierno se vio obligado a aprobar de forma apresurada un nuevo procedimiento sobre quiebras para intentar evitar la caída de la compañía, que había relevado contra todo pronóstico, una deuda superior a los 8.000 millones. Su presidente acabó encarcelado.»