Los españoles fumaron un 1,6 por ciento más en el mes de febrero, pese al descenso de eneroLas ventas se disparan en La Rioja un 23,5% y crecen con fuerza en Castilla y León y Navarramadrid. La Ley Antitabaco no funciona. Aunque en enero descendieron ligeramente las ventas de cigarrillos, en febrero han vuelto a crecer, y en algunas comunidades autónomas con mucha fuerza. Durante ese mes se vendieron casi 314 millones de cajetillas en España, lo que supone un 1,6 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior. Según los datos del Comisionado del Mercado de Tabacos, el órgano del Ministerio de Economía encargado de la regulación del sector, donde más han aumentado las ventas ha sido en La Rioja. Pese a las restricciones y la prohibición de que se fume en los centros de trabajo y lugares públicos, los riojanos han comprado un 23,5 por ciento más de cajetillas. En Castilla y León, las ventas se han incrementado un 8,6 por ciento y en Navarra, un 6,4. Y, aunque en menor medida, también se fuma más en Baleares, Cataluña y Madrid. Pese a las previsiones del Gobierno, en ninguna autonomía caen de forma significativa las ventas de cigarrillos. Los expertos calculan así que será muy difícil que se cumpla el pronóstico de la ministra de Sanidad, Elena Salgado, que esperaba que el número de fumadores se redujera en el primer año alrededor de un 5 por ciento.TendenciasGracias a la caída de enero, en el consumo acumulado durante los dos primeros meses del año, las ventas se han reducido un 1,4 por ciento, hasta 619 millones de cajetillas. Pero si en marzo las ventas siguen creciendo, la situación puede cambiar radicalmente. ¿Y cuál es entonces el problema? ¿Por qué los españoles siguen fumando a pesar de la ley y de las restricciones? Según la Sociedad Española de Expertos en Tabaquismo, organización médica experta en esta adicción, el problema radica en que "España sigue teniendo los cigarrillos más baratos de la Unión Europea y ninguna prohibición va a impedir que se siga fumando".Aunque es cierto que el precio del tabaco se ha incrementado sustancialmente desde diciembre gracias a las últimas subidas de impuestos, no hay que olvidar que antes había bajado mucho. La guerra de precios desatada en el último semestre del año pasado había provocado que la mayoría de las marcas se vendieran por debajo de 1,6 euros y que enseñas como Marlboro o Fortuna se vieran obligadas a reducir sus precios para poder competir.Tabaco baratoAhora la situación ha cambiado, pero los precios siguen siendo los mismos que hace un año. Marlboro, que vuelve a ser la marca más vendida del mercado, se puede conseguir por 2,75 euros, mientras que en Francia, Italia o Alemania es imposible encontrarla por menos de cuatro y, en algunos países, como Reino Unido, Suecia, Noruega o Finlandia supera los seis euros la cajetilla.Javier Blanco, portavoz de El Club de Fumadores por la Tolerancia, advierte, no obstante, que todavía es muy pronto para sacar conclusiones acerca de si la ley está o no funcionando. "La caída registrada en enero y el aumento que ha habido en febrero son sólo un espejismo. Habrá que esperar hasta después del verano para saber si la ley consigue o no los objetivos previstos", asegura.Baleares: un caso extrañoLos datos demuestran que en algunas autonomías se están produciendo, de hecho, movimientos anormales. En Baleares, por ejemplo, las ventas de cigarrillos cayeron un 25,2 por ciento en enero y, en cambio, en febrero, han aumentado un 4,6 por ciento. ¿Cuál es la razón? Pues, según los expertos, han pasado cosas que pueden estar distorsionando el mercado. Al margen de la guerra de precios, que se agravó, sobre todo, el pasado mes de diciembre, tras la entrada en vigor de la ley, numerosas tiendas y gasolineras se encontraron con el problema de que tenían tabaco en sus almacenes y no podían venderlo. La única solución fue devolverlo a los estancos, con lo que estos aumentaron sustancialmente sus existencias y no tuvieron que hacer más compras. Las ventas se redujeron en enero porque reflejan los pedidos hechos a Logista, la empresa encargada de distribuir el tabaco a las expendedurías.Aunque el consumo ha vuelto a crecer en febrero, volviendo en teoría a la normalidad, las tabacaleras siguen acusando la guerra de precios de los últimos meses y sus ingresos se han vuelto a reducir. En enero, la facturación de la industria del cigarrillo se redujo un 12 por ciento y en enero cayó otro 6,1 por ciento.