madrid. El noviazgo entre France Télécom y Deutsche Telekom cada vez es más sólido y convincente. Tanto, que los analistas llevan meses apostando por una boda por todo lo alto entre los antiguos monopolios de Francia y Alemania. Ayer se produjo un nuevo paso que conduce hacia una enlace cantado: la creación de una empresa común por la que ambos socios realizarán sus grandes compras, principalmente equipos de telecomunicaciones, dispositivos, redes y tecnología de la información. Con esta iniciativa, la entente franco alemana pretende ahorrar 1.300 millones de euros anuales durante los tres próximos años, de los que algo menos de 900 millones corresponderán a France Télécom y cerca de 400 millones a Deutsche Telekom, aseguraron dichos grupos a través de un comunicado. Dicha estrategia ya las disfrutan por separado sus principales competidores europeos, Telefónica y Vodafone, a través de sus respectivas centrales de compras. La historia de colaboración y entendimiento entre franceses y alemanes viene de largo. Primero fusionaron sus negocios de móviles en el Reino Unido, para convertirse en líderes de aquel mercado. Y un año después decidieron compartir sus redes de móviles en Europa, así como facilitar el acceso común de sus clientes a través de las redes WiFi de los dos operadores, además de armonizar sus especificaciones para los servicios máquina a máquina y diseñar de la mano las nuevas áreas de crecimiento.