El copresidente del grupo volvía de EEUU, mientras el subgobernador aventuraba tres salidas a bolsa de las cajasMADRID. La de ayer era una de las citas más importantes que organiza Caja Navarra (ahora Banca Cívica). Como invitado estrella estaba el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui. Pero no todos los máximos responsables del grupo acompañaron al número dos del supervisor en las jornadas Viálogos. El copresidente de Banca Cívica, Antonio Pulido, no asistió a las conferencias, hecho que causó extrañeza en el sector. Según fuentes de la entidad, el ejecutivo andaluz se encontraba de viaje de vuelta de Estados Unidos, donde había impartido una conferencia en la Universidad de Harvard. En el sector es un secreto a voces la rivalidad entre Pulido y el otro copresidente del grupo, Enrique Goñi. Ambos pretenden tomar las riendas en solitario. Disciplina de mercado Goñi hizo de maestro de ceremonias de unas jornadas en las que Aríztegui lanzó dos mensajes. El primero, que confía en que sólo dos o tres grupos puedan saltar al parqué. "Sería óptimo que al final de 2011 este número hubiesen iniciado su cotización", consideró ayer el subgobernador. Aríztegui explicó que esto "marcaría un compromiso claro en la disciplina de mercado de un sector que irreversiblemente está obligado a obtener en el mercado, tanto en forma de financiación ajena como en forma de capital". Las entidades que previsiblemente estarán en bolsa en los próximos meses son dos, a juicio de los expertos. Una es La Caixa, cuya transformación bancaria le llevará a estar en el parqué a finales de junio, y Bankia, que tiene planes para estar presente en los índices bursátiles antes del mes de agosto. Para el resto de grupos de cajas las dudas son elevadas. Los analistas no ven clara la próxima cotización ni de Banca Cívica ni de Mare Nostrum, las otras dos entidades que proyectan una oferta pública de acciones. El otro mensajes que trasladó Aríztegui al sector es que el déficit de recursos en el sistema español podría ser mayor de lo previsto inicialmente, en poco más de 15.000 millones por los test de estrés que se publicarán en junio.