Los accionistas podrían ser los encargados de aprobar las primas a los directivos de la empresa El fabricante de trenes sólo se estrenará en el parqué cuando haya condiciones de mercadomadrid. Talgo prepara minuciosamente su salida a bolsa, pero no se estrenará en el parqué hasta que las condiciones de mercado no lo permitan, según explican varias fuentes conocedoras de los detalles del proceso a elEconomista. Ello significa que, en virtud de la situación económica existente, sería muy complicado que el fabricante de trenes comenzara un proceso de OPV (Oferta Pública de Venta) antes de que finalizara el año. En espera de que los vientos económicos cambien, el grupo ha contratado a Banco Santander, Nomura y Credit Suisse para preparar este salto a los mercados bursátiles, según publicaba ayer elconfidencial. Aunque tradicionalmente Talgo ha sido una compañía con capital español, en la actualidad está controlada por MCH Private Equity y Trilantic Capital Partners, firma que heredó la participación que estaba en manos de Lehman Brothers. Precisamente, estos dos grupos serían los que estarían preparando los detalles de esta OPV, que se aprovecharía para poner en marcha una ampliación de capital que le proporcionaría al grupo liquidez para afrontar sus nuevos proyectos, como es el caso del Avril, el nuevo tren de alta velocidad de la firma. Entre los dos socios financieros de referencia del grupo ferroviario controlan el 75 por ciento de la empresa que también tiene en su capital a la histórica familia Oriol. Aunque el primer abanico de valoración fija que la compañía podría estar tasada entre 900 y 1.000 millones de euros, las mismas fuentes aseguran a este periódico que todavía es muy pronto para "afinar" esta cifra económica. En principio, está previsto que sea Santander el banco que dirija la operación, mientras que las firmas encargadas de coordinar la colocación entre los inversores institucionales serían Nomura y Credit Suisse. Tanto la familia Oriol como MCH y Trilantic tiene previsto continuar en el capital de la compañía, que está presidida por Carlos María de Palacio y Oriol. Talgo espera conocer en breve si ha ganado el AVE a La Meca, un contrato que revalorizaría la operación.madrid. La Comisión Europea sopesa obligar por ley a las empresas cotizadas a hacer públicas las remuneraciones y primas de sus directivos y a someterlas a votación en la junta general de accionistas. El objetivo de estas propuestas es evitar que las políticas de remuneración fomenten la adopción de riesgos excesivos que pongan en peligro la viabilidad a largo plazo de las compañías. Estas ideas están incluidas en el documento de consulta sobre buen gobierno de las empresas publicado ayer por el Ejecutivo comunitario (Libro Verde), primer paso para legislar en este campo. La crisis financiera ha puesto de relieve, según Bruselas, que el gobierno corporativo, que hasta ahora se ha basado en la autorregulación, "no era tan eficaz como debía haberlo sido". "Una aplicación excesiva de planteamientos a corto plazo ha tenido resultados desastrosos", ha dicho el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier. En materia de primas y bonus, Bruselas ha aprobado varias recomendaciones y legislación sólo para los directivos de entidades financieras. Ahora se plantea extender y endurecer las limitaciones legales para los dirigentes de todas las empresas cotizadas. "Los problemas relacionados con la remuneración de los directivos, como la falta de transparencia, la participación de los accionistas y los incentivos para la creación de valor a largo plazo, no se limitan a las instituciones financieras", sostiene Bruselas. En el documento de consulta, la Comisión pregunta si debe obligarse a las empresas por ley a publicar la política de remuneración y la remuneración individual de los consejeros de las empresas cotizadas. También plantea la posibilidad de forzar a las compañías a someter a votación por parte de los accionistas esta política de remuneración. Bruselas quiere además mejorar el funcionamiento de los consejos de administración. Para ello sugiere aumentar la presencia de mujeres, que en la actualidad se limita al 12% de promedio en la UE con medidas como el establecimiento de cuotas o más transparencia en materia de diversidad