La decisión se produce después de que la matriz haya vendido activos de la eléctricaLa decisión se produce después de que la matriz haya vendido activos de la eléctricamadrid. Standard & Poor's dio ayer un duro golpe a Endesa. La agencia de calificación crediticia decidió bajar el rating de la eléctrica de A-, tercera nota de la calidad buena, a BBB+ (primera nota de la calidad aceptable y a un escalón del bono basura). La razón que ofreció esta entidad se basa en un aspecto un tanto peliagudo de la gestión, ya que ha señalado claramente que no existen garantías de que el grupo español disponga del apoyo del Estado italiano, al no resultar estratégica. Esta decisión se produce después de que la matriz haya decidido vender algunos activos de Endesa, como sus activos renovables para integrarlos en Enel Green Power, la filial irlandesa o el área de sistemas. Asimismo, la agencia ha decidido además retirar de vigilancia negativa el rating de la compañía que preside Borja Parado y a partir de ahora deja de considerar a la compañía "una entidad relacionada con el Gobierno de la República de Italia", pero reitera la vinculación entre la evolución de la calidad crediticia de la eléctrica y la de su matriz, Enel. Por contra, S&P sí considera a Enel una entidad relacionada con el Gobierno y, por este motivo, mantiene en A- la nota de la eléctrica italiana. En concreto, la agencia destaca que la rebaja del rating a largo plazo de Endesa al nivel de su perfil crediticio independiente se produce tras la conclusión de que la filial ibérica de Enel no cumple un papel de política pública para el Gobierno italiano y, por ello, no se beneficia de un lazo directo con el Gobierno. En consecuencia, S&P cree que el rating de Endesa no debería reflejar ningún potencial relacionado con un apoyo extraordinario del Gobierno italiano. madrid. Standard & Poor's dio ayer un duro golpe a Endesa. La agencia de calificación crediticia decidió bajar el rating de la eléctrica de A-, tercera nota de la calidad buena, a BBB+ (primera nota de la calidad aceptable y a un escalón del bono basura). La razón que ofreció esta entidad se basa en un aspecto un tanto peliagudo de la gestión, ya que ha señalado claramente que no existen garantías de que el grupo español disponga del apoyo del Estado italiano, al no resultar estratégica. Esta decisión se produce después de que la matriz haya decidido vender algunos activos de Endesa, como sus activos renovables para integrarlos en Enel Green Power, la filial irlandesa o el área de sistemas. Asimismo, la agencia ha decidido además retirar de vigilancia negativa el rating de la compañía que preside Borja Parado y a partir de ahora deja de considerar a la compañía "una entidad relacionada con el Gobierno de la República de Italia", pero reitera la vinculación entre la evolución de la calidad crediticia de la eléctrica y la de su matriz, Enel. Por contra, S&P sí considera a Enel una entidad relacionada con el Gobierno y, por este motivo, mantiene en A- la nota de la eléctrica italiana. Esta circunstancia ayudará a Endesa a mantener su posición de mercado y lograr un rendimiento operativo adecuado, según la firma. En concreto, la agencia destaca que la rebaja del rating a largo plazo de Endesa al nivel de su perfil crediticio independiente se produce tras nuestra conclusión de que la filial ibérica de Enel, que desarrolla su negocio sobre todo en España e Iberoamérica, no cumple un papel de política pública para el Gobierno italiano y, por ello, no se beneficia de un lazo directo con el Gobierno. En consecuencia, S&P cree que el rating de Endesa no debería reflejar ningún potencial relacionado con un apoyo extraordinario del Gobierno italiano. Positivismo para el futuro No obstante, la agencia da un punto a favor de esta compañía con la mejora de la economía de España e Italia, así como la exitosa colocación del déficit de tarifa, lo que podría mejorar el perfil crediticio de la eléctrica. Curiosamente, hace unos meses situó en vigilancia negativa a Endesa y, por ende, a Enel a tenor del retraso en la colocación en el déficit de tarifa, que en el caso de la eléctrica española asciende a 8.000 millones, la mitad de este desajuste eléctrico. En aquella ocasión, la firma aseguró que en un plazo de tres meses haría un veredicto sobre la calificación de estas compañías. En esta misma tanda también se vio afectada Iberdrola y su filial Scottish Power, aunque sobre estas compañías no ha habido ningún cambio en su calificación. Por otro lado, Endesa y General Motors España firmaron ayer un acuerdo de colaboración, con dos años de vigencia, para el desarrollo de la movilidad eléctrica. Entre los puntos del acuerdo está la identificación de los vehículos eléctricos, así como de los puntos de recarga que las dos empresas puedan suministrar a sus clientes.