También eleva su cuota hasta el 98 por ciento en la comercialización de purosmadrid. Si es usted directivo de una empresa tabacalera y tiene que decidir con quién contrata la distribución de sus productos, no se preocupe demasiado. Lo más probable es que no tenga que convocar ningún concurso ni recibir a los distintos competidores. El mercado es sólo cosa de uno. Tras veinte años de liberalización, y, según los datos del Comisionado del Mercado de Tabacos, Logista ya acapara el 99,04 por ciento en la distribución de cigarrillos y el 98,55 por ciento en la de puros. Empresas como Comet o Conway han intentado desembarcar en el sector, pero sus esfuerzos hasta ahora han sido en vano. Logista es filial de Altadis y ésta no tiene ninguna duda en contratar en exclusiva sus servicios para llevar a los estancos marcas como Fortuna o Ducados. El problema es que las demás compañías han optado por una táctica similar y ni una sóla de las grandes tabacaleras -Philip Morris, British American Tobacco, Imperial o Japan Tobacco International- quiere prescindir de sus servicios. Ante esta situación, Conway, la antigua McLane, inició en 1996 una batalla legal para lograr que Altadis le suministra sus marcas. 'Luz verde' en los tribunalesEl problema es que, aunque tanto el Tribunal de Defensa de la Competencia como la Audiencia Nacional le dieron la razón y reconocieron la existencia de un monopolio, la tabacalera hispano-francesa ha conseguido dilatar al máximo el proceso para no tener que contratar sus servicios. Todo depende ahora de lo que dictamine el Tribunal Supremo, pero para entonces, y tras casi doce años de batalla en los tribunales, a la compañía no le ha quedado otro remedio que dejar el tabaco, diversificarse y entrar en otros negocios. Se ha convertido así en uno de los líderes en la distribución de alimentos para los restaurantes o las tiendas de conveniencia, abiertas hasta altas horas de la madrugada, pero ha tenido que olvidarse prácticamente del tabaco. Igualdad de condiciones"Tal y como hemos denunciado desde hace años, en el mercado de los cigarrillos existe un monopolio de facto y lo que nosotros defendemos es poder competir en igualdad de condiciones al igual que lo hacemos ya en otros sectores", aseguran desde Conway. Altadis ha basado siempre su defensa en que nadie puede obligar a contratar los servicios de otra empresa cuando tiene una filial especializada en el mercado de la distribución que, además, según dice, al contrario de lo que ocurre con sus competidores, tiene capacidad para llegar a cualquier rincón del país. También asegura que el resto de los fabricantes eligen libremente a su distribuidor.Según denuncian en el sector, el problema fundamental radica en que el Gobierno no ha adoptado nunca medidas en serio para liberalizar el mercado. En febrero de 2005 saltó la sorpresa cuando, dentro del paquete de medidas de impulso a la productividad, el Ministerio de Economía abría la mano y permitía a los estanqueros operar como mayoristas. En teoría, se iba a permitir a las expendedurías agruparse en cooperativas para autoabastecerse sin necesidad de centralizar los pedidos a ninguno de los operadores actuales. Pero apenas tres meses después, el Gobierno retiró la medida y se olvidó de todo.