El proyecto ubicado en la región de Murcia se convertirá en uno de los más modernos y con mayor capacidad de conversión del mundo este 2011. El global del proyecto, que ha supuesto la mayor inversión industrial realizada en España, se encuentra ejecutado a más del 90 por ciento. Por M. F.En enero de 2008, Repsol aprobaba la mayor inversión industrial realizada nunca en España, más de 3.200 millones destinados a la ampliación de la refinería de Cartagena, con el objetivo de duplicar su capacidad de producción hasta los 11 millones de toneladas al año, 220.000 barriles diarios. El proyecto, declarado de Utilidad Pública por el Ministerio de Industria, se encuentra en su fase final. La puesta en marcha se realizará de forma paulatina, y sólo si las labores de comisionado aseguran la máxima seguridad. Ya se han realizado las pruebas de funcionamiento en varias subestaciones que suministrarán energía eléctrica a las unidades de producción. La ampliación de la capacidad de producción llega en un momento clave, ya que permitirá reducir considerablemente la importación de combustibles de automoción, fundamentalmente gasóleos, a cuya producción se destinará el 50 por ciento. De paso, permitirá reducir la balanza comercial de España. El proyecto de Cartagena forma parte del programa de Repsol para adaptar sus instalaciones a la producción de combustibles limpios para el transporte, impulsar el uso de biocarburantes (biodiésel) y mejorar la eficiencia energética y la seguridad en el proceso de producción, al tiempo que se reduce el impacto al medio ambiente. Entre la nuevas instalaciones, destaca la creación de 30 nuevas unidades de proceso y una nueva unidad de cogeneración de 40 megavatios, 2.500 equipos y 300.000 metros cúbicos de almacenamiento. La construcción de las nuevas unidades del complejo se encuentra muy avanzada. Según los últimos datos facilitados por la compañía, al 91 por ciento del global de proyecto, a más del 82 por ciento la construcción, al 99,7 por ciento la ingeniería y al 99 por ciento la recepción de suministros. Ya han comenzado los trabajos de comprobación en aquellas instalaciones que han terminado su fase de montaje, "paso previo a la puesta en marcha, prevista para el segundo semestre de este año", según la empresa. El nuevo complejo industrial de Cartagena nace con la intención de ser un referente mundial del sector en sostenibilidad. Así, las plantas de recuperación de azufre están diseñadas para alcanzar una recuperación del 99,5 por ciento, superando ampliamente las mayores exigencias medioambientales. Y a pesar de duplicarse la capacidad de destilación y aumentar la conversión de la refinería, el impacto en el balance de CO2 será prácticamente el mismo. El proyecto ha generado más de 6.000 empleos durante los años de construcción y está previsto que genere cerca de 700 una vez entre en operación. Efecto dinamizador Además, la construcción de la refinería de Cartagena se ha llevado a cabo con la participación de 500 empresas nacionales, que han empleado en el desarrollo de la obra a más de 16.000 personas, con más de 3,5 millones de horas de ingeniería y 20 millones de horas de construcción. La ampliación ha supuesto un extraordinario elemento dinamizador de la región de Murcia. Una vez operativa, la nueva refinería aglutinará el 18 por ciento del empleo industrial de la comarca de Cartagena, además del 10 por ciento de su Valor Añadido Bruto (VAB) y el 2,5 por ciento del VAB de la región. A ello hay que sumar el efecto llamada para otras industrias e inversiones, y el correspondiente aumento del tráfico portuario y por carretera. La inversión realizada por Repsol está generando una red de empresas de servicio industrial de primer nivel. El nuevo director de la refinería, José Luque, se ha marcado como objetivo que las unidades que forman parte del proyecto de ampliación estén a plena producción "antes de que termine el año", lo que convertirá a la refinería en un "referente en la producción de derivados del petróleo en Europa". La petrolera que preside Antonio Brufau consiguió triplicar su beneficio neto en 2010, hasta alcanzar los 4.693 millones de euros. El beneficio neto recurrente fue de 2.360 millones, con un aumento del 55 por ciento. El importante aumento del beneficio se debió a la buena marcha de todos los negocios y a los resultados de la ampliación de capital de Repsol Brasil, suscrita en su totalidad por el grupo chino Sinopec. Destaca el crecimiento de la tasa de reemplazo de reservas de Upstream de Repsol, que se situó en el 131 por ciento. En la actualidad, la compañía ha centrado sus planes de crecimiento en el mercado ruso, en alianza con Lukoil o Alliance Oil, empresa a través de la cual se articula, de momento, la presencia de la petrolera española en Rusia. Asimismo, el grupo destinará 768 millones de dólares (550 millones de euros) a la adquisición de varios bloques de explotación en Alaska.