El comité anuncia huelgas para rechazar la medida que afecta a 420 trabajadoresbarcelona. Después de casi 90 años en el barrio de Sant Andreu, en Barcelona, la planta que Mercedes-Benz tenía en Cataluña cerrará sus puertas para trasladar la producción a otro puntos de la comunidad. La medida afecta a los 420 empleados con que cuenta la planta y empezará a ser efectiva antes de finales de año. Las razones que esgrime el grupo Daimler, propietario de la marca alemana Mercedes, son la pérdida de producción y los costes. El comité de empresa niega cualquier problema de costes y ya ha avisado de que "habrá huelga sí o sí, sólo nos queda aclarar los términos de la misma y seguir los plazos legales", asegura a elEconomista uno de sus miembros. De esta manera, los primeros parones podrían empezar a producirse a principios de la semana que viene. La intención de la marca es deslocalizar toda la producción en distintos proveedores. Por eso, el grupo ya ha anunciado la creación de una sociedad de riesgo compartido o joint venture junto a la empresa catalana Estampaciones Sabadell. A esta sociedad, que tendría la planta productiva en la localidad de Esparreguera (Barcelona), irían a parar 258 de los 420 empleados afectados por la medida. Mercedes tiene el 51 por ciento de la nueva sociedad mientras que "Estampaciones Sabadell aporta, entre otras cosas, las instalaciones y nosotros la maquinaria y el personal", aseguran fuentes de la compañía. El traslado de este grupo de empleados sería efectivo antes de final de año.La recolocación del resto de empleados se produciría "entre enero y agosto de 2008", según fuentes sindicales, a través de "distintos proveedores de la zona con los que Mercedes mantiene conversaciones muy avanzadas para cerrar acuerdos", según fuentes de la propia empresa. A estas firmas de la zona irían la producción de las líneas de embalaje de repuestos y la producción de recambios de varios modelos antiguos. Otras opciones que se ofrecen a los empleados afectados son las jubilaciones anticipadas y puestos de trabajo en la planta que el grupo tiene en Vitoria (Álava), donde se ensamblan algunos modelos para los que la planta catalana producía bastidores y otras piezas. ¿Interés urbanístico?Los sindicatos califican de "cierre" las medidas que, de manera irrevocable, ha comunicado la empresa y ya han pedido "datos objetivos sobre la producción y los supuestos problemas de costes" que les ha comunicado Mercedes "antes de sentarse a negociar en cualquier mesa". El comité de empresa observa cierto interés urbanístico en los actuales terrenos en los que se encuentra la planta. La actual fábrica está sobre 90.000 metros cuadrados del barrio de Sant Andreu, donde ya otras empresas, como Inoxcrom, han anunciado su cierre. Desde Comisiones Obreras se puntualiza que existen "en esta zona unos planes parciales de remodelación que podrían acabar en una recalificación de los terrenos".La empresa, que califica la situación de "traslado de producción", asegura que una vez finalizado este traspaso "la marca no necesita esos terrenos por lo que lo más probable es que se acaben vendiendo".Mercedes insiste en que la medida ayudará a reestructurar la marca en España ante un posible concurso interno del grupo para adjudicar un nuevo modelo. "Con la nueva situación, España estará mejor posicionada para atraer más producción", comentan. La Generalitat, por su parte, se mostró en la línea de la marca de automóviles y aseguró que la situación era fruto de un cambio de lugar de la producción, que se mantenía dentro de la comunidad.