Francia dice que la situación es mucho más grave de lo que dicen las autoridadestokio. El Gobierno de Japón se ha visto desbordado por la alarma nuclear que afecta al país tras el tsunami del pasado viernes. La situación más complicada se vive en la central nuclear de Fukushima, donde han explotado dos de los cuatro reactores, y un tercero sufre problemas de refrigeración. A ello hay que sumar que los reactores 1 y 2 se encuentran totalmente secos, por lo que no tienen sistema de refrigeración para las barras de combustible nuclear, que podrían empezar a sobrecalentarse, lo que aumenta el peligro de una fusión del núcleo del reactor. Para intentar mitigar los riesgos, las autoridades se esfuerzan por inyectar agua de mar en el núcleo, aunque el trabajo se vio interrumpido debido a que los motores utilizados para bombear el agua se quedaron sin combustible. Como medida preventiva, el Ejecutivo nipón repartió 200.000 dosis de yodo en los centros que acogen a los miles de evacuados, aunque de momento no van a ser administradas a la población. Las cápsulas de yodo ayudan a saturar de ese elemento la tiroides y evitan así que esa glándula absorba yodo radiactivo si hay una fuga desde la planta nuclear. El cáncer de tiroides fue una de las patologías más comunes entre las personas que se vieron expuestas a la radiación tras el accidente de Chernóbil en 1986. Ante la gravedad de la situación y su dificultad para hacerle frente, Tokio pidió oficialmente al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) el envío de un equipo de expertos que les ayude. Tras admitir Tokio que la situación les ha desbordado, el director general de la agencia de la ONU, Yukiya Amano, confirmó la petición. Por suerte, el riesgo de radiación para la población es menor del esperado, gracias a que el viento está soplando en dirección este, empujando la radiación hacia el Pacífico y no hacia el centro del país. Por si acaso, las autoridades siguen evacuando la zona. Pero hay más. Por si no hubiera suficiente amenaza, el presidente de la Autoridad de Seguridad Nuclear francesa, André-Claude Lacoste, advirtió ayer de que el accidente nuclear de Fukushima es más grave -de cinco puntos en una escala de siete o lo que es lo mismo, "accidente con consecuencias de mayor alcance"- de lo que aseguran las autoridades japonesas -cuatro puntos, es decir, "accidente de consecuencias locales"-. De hecho, Lacoste no descartó que haya alcanzado el nivel 6 -"accidente importante"-: "Más allá de Three Miles Island, sin llegar al nivel de Chernóbil", dijo el francés. Los expertos consideran que las autoridades japonesas pronto aumentarán su alerta nuclear, algo normal después de haber hecho una primera valoración prudente y optimista de la situación. Sin embargo, el nivel siete, que solo fue alcanzado en el accidente ucraniano de 1986, está casi descartado. Crece el frente atómico A pesar de que Fukushima I ha sido la central más afectada por el seísmo del pasado viernes, no es la única planta con problemas. En la central de Tokai, que se encuentra a menos de 120 kilómetros de la capital del país, también hay problemas de refrigeración en uno de sus reactores, según un portavoz de Atomic Power Company, la compañía eléctrica a la que pertenece la central. "Una bomba de agua alimentada por un generador diésel se paró por el tsunami", declaró a la agencia France Presse. Aun así, siempre según la empresa, estaban consiguiendo reducir de forma constante la temperatura del reactor. Asimismo, en la central nuclear de Oganawa, 70 kilómetros al norte de Sendai, las autoridades detectaron un aumento de los niveles de radiación. Sin embargo, el Gobierno considera que esto es debido a la llegada de partículas liberadas por Fukushima, que está a unos 100 kilómetros. A última hora de ayer, algunos expertos aseguraban que Oganawa ya había recuperado su nivel normal. Mientras tanto, la población, que ya apenas sufre cortes de luz, espera con temor nuevas réplicas del seísmo -ha habido unas 700 desde el viernes-. De hecho, la Agencia Meteorológica nipona indicó que hay un 70 por ciento de posibilidades de que se produzcan réplicas de hasta 7 grados en la escala Richter hasta mañana, por lo que las autoridades siguen pidiendo precaución a las poblaciones de la costa del océano Pacífico, ante la posibilidad de que se produzcan nuevos tsunamis.