madrid. Las empresas de Nueva Rumasa, entre ellas Dhul y Clesa, deben cerca de 50 millones de euros a la Seguridad Social, que ha emprendido procedimientos de embargo por un importe próximo a los 19 millones de euros, tal y como figura en los Registros de la Propiedad, según datos recogidos por la Agencia Efe. Las mayores deudas por impago de las cuotas a la Seguridad Social se concentran en Clesa, lo que ha obligado al departamento dirigido por Octavio Granados a iniciar embargos por valor de 13,2 millones contra fincas situadas en Jerez, Málaga, Tarragona, Sevilla, Alicante, Burgos, Murcia, Ciudad Real y Pontevedra. En el caso de Dhul, la Seguridad Social ha iniciado procedimientos de embargo por valor de 5,5 millones de euros por impago de las cuotas de los trabajadores, que afectan a fábricas y naves de Granada y Málaga. Deja la planta de Sevilla Por otro lado, Nueva Rumasa ha abandonado definitivamente la fábrica de Clesa en Sevilla, que empleaba a 75 personas y estaba alquilada a Central Lechera Asturiana, que integrará ahora a toda la plantilla y pondrá en marcha un ERE. Clesa había alquilado la factoría durante un plazo de cuatro años en enero de 2009 después de que Capsa anunciara su cierre. En diciembre avisó sin embargo de que transcurridos seis meses, el preaviso que marcaba el contrato, abandonaría las instalaciones, aunque su crisis financiera ha precipitado los acontecimientos.madrid. Las empresas de Nueva Rumasa, entre ellas Dhul y Clesa, deben cerca de 50 millones de euros a la Seguridad Social, que ha emprendido procedimientos de embargo por un importe próximo a los 19 millones de euros, tal y como figura en los Registros de la Propiedad, según datos recogidos por la Agencia Efe. Las mayores deudas por impago de las cuotas a la Seguridad Social se concentran en Clesa, lo que ha obligado al departamento dirigido por Octavio Granados a iniciar embargos por valor de 13,2 millones contra fincas situadas en Jerez, Málaga, Tarragona, Sevilla, Alicante, Burgos, Murcia, Ciudad Real y Pontevedra. En el caso de Dhul, la Seguridad Social ha iniciado procedimientos de embargo por valor de 5,5 millones de euros por impago de las cuotas de los trabajadores, que afectan a fábricas y naves de Granada y Málaga. Deja la planta de Sevilla Por otro lado, Nueva Rumasa ha abandonado definitivamente la fábrica de Clesa en Sevilla, que empleaba a 75 personas y estaba alquilada a Central Lechera Asturiana, que integrará ahora a toda la plantilla y pondrá en marcha un ERE. Clesa había alquilado la factoría durante un plazo de cuatro años en enero de 2009 después de que Capsa anunciara su cierre. En diciembre avisó sin embargo de que transcurridos seis meses, el preaviso que marcaba el contrato, abandonaría las instalaciones, aunque su crisis financiera ha precipitado los acontecimientos.madrid. Las empresas de Nueva Rumasa, entre ellas Dhul y Clesa, deben cerca de 50 millones de euros a la Seguridad Social, que ha emprendido procedimientos de embargo por un importe próximo a los 19 millones de euros, tal y como figura en los Registros de la Propiedad, según datos recogidos por la Agencia Efe. Las mayores deudas por impago de las cuotas a la Seguridad Social se concentran en Clesa, lo que ha obligado al departamento dirigido por Octavio Granados a iniciar embargos por valor de 13,2 millones contra fincas situadas en Jerez, Málaga, Tarragona, Sevilla, Alicante, Burgos, Murcia, Ciudad Real y Pontevedra. En el caso de Dhul, la Seguridad Social ha iniciado procedimientos de embargo por valor de 5,5 millones de euros por impago de las cuotas de los trabajadores, que afectan a fábricas y naves de Granada y Málaga. Deja la planta de Sevilla Por otro lado, Nueva Rumasa ha abandonado definitivamente la fábrica de Clesa en Sevilla, que empleaba a 75 personas y estaba alquilada a Central Lechera Asturiana, que integrará ahora a toda la plantilla y pondrá en marcha un ERE. Clesa había alquilado la factoría durante un plazo de cuatro años en enero de 2009 después de que Capsa anunciara su cierre. En diciembre avisó sin embargo de que transcurridos seis meses, el preaviso que marcaba el contrato, abandonaría las instalaciones, aunque su crisis financiera ha precipitado los acontecimientos.