x Presidenta de Foro de la Industria Nuclear Española.E s prematuro extraer conclusiones de la tragedia ocurrida los pasados día con el terremoto y el tsunami de Japón hasta que no se disponga de una información completa. De momento, podemos afirmar que las centrales nucleares afectadas por el terremoto, a pesar de la magnitud, han mantenido la integridad de sus edificios principales. Los reactores pararon inmediatamente cuando tuvo lugar el terremoto, tal y como está previsto en su diseño. La proyección y construcción de las centrales nucleares se diseñan de forma segura y se encuentran entre las instalaciones industriales mejor protegidas. El principal objetivo de la industria nuclear es producir electricidad con las máximas garantías de seguridad. Antes de la construcción de un reactor, se realizan estudios detallados en la zona por geólogos, vulcanólogos y geofísicos durante un periodo que supera los cinco años. Aun así, las centrales nucleares están diseñadas y preparadas para la eventualidad de un terremoto gracias a un diseño robusto, estanco y redundante, unas estructuras reforzadas a base de hormigón con armaduras densas, metales gruesos, uniones flexibles y elementos de contención. De esta forma, en caso de producirse un seísmo, se garantiza que las estructuras, sistemas y equipos lo soportarán, manteniendo la seguridad de la instalación. El terremoto sufrido recientemente en Japón ha activado los protocolos de seguridad previstos en estos casos. Las estructuras de los principales edificios de las centrales nucleares han soportado los movimientos sísmicos, asegurando la contención. En la actualidad, los reactores más afectados están siendo llevados a condiciones estables mediante la refrigeración con agua del mar, con el objetivo de reducir sus condiciones de presión y temperatura. El pasado año, los ocho reactores nucleares españoles produjeron el 20,21 por ciento de la electricidad (un 2,66 por ciento más que el año anterior) con tan sólo el 7,56 por ciento de la potencia instalada, operando 7.946 horas al año por término medio. Sin duda, necesitamos establecer un debate sobre nuestro escenario energético futuro, sobre la base de consideraciones estratégicas, técnicas y económicas. Creemos que el debate energético debe llevarse a cabo de una manera sosegada y con argumentos objetivos y rigurosos que justifiquen decisiones cruciales sobre el desarrollo de nuestra sociedad. La energía nuclear en España tiene un ejemplar historial de seguridad que no debería verse empañado por los sucesos recientes, más cuando las causas de esos sucesos no podrían aplicarse, en caso alguno, a las centrales nucleares españolas.