El gobernador del Banco de España defiende su solvencia en Wall Street y reclama más reconocimiento internacionalnueva york. Las visitas de los miembros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero a la Gran Manzana son asiduas por eso, la vicepresidenta segunda del Gobierno español, Elena Salgado y el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, optaron ayer por mantener a la prensa española alejada de su última campaña de promoción en Estados Unidos. Sin embargo, ambos, acompañados por el secretario de Estado de Economía, Jose Manuel Campa, han ofrecido un temprano desayuno para empresarios, inversores y periodistas miembros del Council on Foreign Relations de Manhattan. Allí, Ordóñez, dejó muy claro que "las entidades españolas no están escondiendo exposiciones potencialmente problemáticas, ni las cifras de pérdidas o de provisiones son pequeñas o alejadas del justo valor de los activos". Además reafirmó que las medidas implantadas por el Ejecutivo y el Parlamento sobre consolidación fiscal, mercado laboral y reformas del sistema de pensiones "deberían otorgar un mayor reconocimiento entre los inversores internacionales". Ordoñez defendió su la transparencia y la rigurosa valoración de activos y sistema de provisiones, además del "significativo incremento" de los requisitos de capital "deberían contribuir a despejar las dudas sobre la situación actual del sistema financiero español y sus perspectivas a medio plazo". Como era de prever, tanto la vicepresidenta segunda como el gobernador del Banco de España aprevecharon este petit comité para sacar pecho ante distintos fondos de inversión, hedge funds, grandes bancos y los miembros del Wall Street Journal o el New York Times. Coincidencia, o no, esta reunión se produjo un día después de que la agencia de calificación Moody´s rebajase su rating para la economía española y el Banco de España ofreciera sus resultados oficiales sobre las últimas necesidades de capital de los bancos y cajas. Según fuentes cercanas a la reunión, en ningún caso, la visita estuvo precipitada por esta rebaja de calificación, aunque, es cierto, que reconocieron que ésta fue "muy oportuna". Tras sendos discursos de apertura, tanto Salgado como Ordoñez mantuvieron un diálogo distendido con el ex secretario del Tesoro de EEUU Robert Rubin, copresidente del Council on Foreign Relations, quien moderó un debate con los asistentes. Posteriormente, ambos continuaron con una apretada agenda de trabajo, donde además de ofrecer entrevistas con medios económicos para "dar a conocer mejor" la situación de la economía española, mantuvieron una reunión con la Fed de Nueva York.