González defiende su gestión al afirmar que va "a por todas sin jugarse el banco"madrid. BBVA aprieta al Gobierno tan sólo un día después de la demoledora calificación de Moody's. Preocupado por la evolución del paro, por el crecimiento económico y por el futuro, el presidente del gigante español de la banca, Francisco González, exigió ayer un Plan Estratégico de Modernización para sacar a España de una situación que calificó de "inaceptable". Durante su intervención en la junta de accionistas, el presidente de BBVA constató que "España tiene problemas". ¿Qué problemas? Más allá de las cajas, cuya reforma calificó de "prioritaria y urgente", González puso de relieve que "nuestro país no crece lo suficiente y no podemos continuar así". Como si tuviera delante de sí al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, González fue elevando el tono a la vez que desgranaba los problemas de nuestra economía para hacer un llamamiento a la reflexión a la clase política, a los agentes sociales y a todos los ciudadanos para "corregir los errores pasados y reaccionar rápidamente y con decisión". ¿Cómo? "Un plan como el que tiene el BBVA y otras empresas españolas de éxito", sentenció González para preguntarse después que "si BBVA y otras empresas lo han hecho, ¿por qué no lo puede hacer España". Actuación inmediata El presidente del banco insistió en la inmediatez de aplicar medidas cuyo retraso en la aplicación también afecta a la entidad. En este sentido, apuntó que a pesar de que los resultados de 2010 fueron buenos, el precio de la acción no ha respondido igual ¿Por qué? "Porque claramente, la desconfianza sobre nuestra economía ha afectado al valor de nuestra acción", respondió. Por este motivo, explicó a los accionistas que el equipo directivo del banco no percibirá el incentivo plurianual diseñado "para alinear los intereses de nuestros directivos con los de nuestros accionistas", dijo. Ya en el turno de preguntas, sólo unos pocos accionistas apoyaron en la crítica su intervención para quejarse de casos personales, de la política de inversiones del banco y de la evolución de la cotización en bolsa respecto a la del Santander. Sobre esta última cuestión, González argumentó que la rentabilidad de las cotizaciones siempre deben ajustarse al riesgo. Y tras demostrar que estaba molesto con la comparación con su directo competidor en el mercado español, defendió que la entidad "tiene su propio estilo" porque "irá siempre a por todas sin jugarse el banco". Tras recordar que en España existen muy buenos competidores, el presidente de BBVA calificó el estilo de la entidad como "muy peculiar" para concluir su respuesta recordando que "este banco no ha corrido ningún riesgo en los últimos diez años". Francisco González también defendió su apuesta por Turquía, la retirada de la entidad de los paraísos fiscales, así como el firme rechazo a que BBVA sea un inversor en empresas de armas al sentenciar que "eso, no es cierto".