Apicultores gaditanos comienzan a ser conocidos por su labor divulgadora y educativaSEVILLA. Miguel, Vicente y José Manuel García Fernández, de Jerez, se iniciaron el mundo de las abejas. Crearon una cooperativa y ganaron durante cuatro años consecutivos el premio a la mejor miel de Andalucía, un concurso anual que se lleva a cabo en la localidad granadina de Lanjarón. "Los premios les animaron y consiguieron ayudas", relata Inmaculada García Fernández, hermana de los tres citados, coordinadora de visitas. En 1998 optaron por dar un valor añadido a la producción de miel y diseñaron el "Museo de la Miel", que no sería hasta inaugurado hasta 2004."La presencia de escolares es continua desde entonces y ahora estamos desarrollando un plan nacional de comercialización", destaca Inmaculada, quien resalta la obtención del sello Parque Natural que otorga la Junta de Andalucía a aquellas empresas que realizan sus productos en el entorno de los parques naturales andaluces respetando el medio ambiente y aprovechando los recursos naturales de estos. "Eso ocurrió hace un par de años".La sociedad cooperativa andaluza Campo de la Miel cuenta con una plantilla media de catorce personas, variable en función de las épocas de mayor actividad. La producción de miel se centra en el corazón de la provincia gaditana, sobre todo en el Parque de los Alcornocales, Sierra de Grazalema, Vega del Guadalete y comarca de La Janda. En total, 1.700 colmenas de apicultores que ahora ven recompensados su trabajo. Las mieles monoflorales (encina, madroño, eucalipto, romero, azahar), polen, jalea real, meloja (con sidra o nueces), con frutos secos e incluso cosmética natural, jabones y velas forman parte del catálogo de productos. Los visitantes o compradores se quedan de piedra cuando comprueban que pueden probar la miel directamente del panal. En un patio acristalado, medio millón de abejas han creado un panal que es la principal atracción del museo.