madrid. ¿Se imagina a usted mismo viendo su programa o serie favorita esperando el tren de cercanías para llegar a su puesto de trabajo o mientras espera su turno en la consulta del dentista a través de la cada vez más grande y definida pantalla de su móvil? Pues, aunque a muchas personas les parezca poco práctico, lo cierto es que la televisión a través del móvil será pronto una realidad tanto en nuestro país como en el resto del mundo. Y ello pese a que los analistas se quejan de la actual falta de consenso en cuanto a los modelos de negocio que se pondrán en práctica y de los serios problemas derivados de la escasa disponibilidad del bien escaso, y casi siempre saturado, que es el espectro radioeléctrico, factores ambos que estarían obtaculizando una explosión real de una demanda que, sin duda, llegará y más pronto que tarde. En el caso de España, las tres operadoras de servicios GSM, es decir, Telefónica Movistar, Vodafone y Orange -el máximo responsable de Yoigo, el cuarto operador de móviles, ha asegurado a elEconomista que éste no es su enfoque y que no ofrecerán este tipo de servicios- han iniciado la dispensación de una aproximación a estos servicios sobre las redes de tercera generación -3G- como paso previo a la utilización del estándar propuesto por la Comisión Europea, el DVB-H. Y parece que la demanda de servicios de TV sobre las redes 3G crece entre los usuarios domésticos. En este sentido, y según datos aportados por Vodafone, que ha cerrado ya un acuerdo con Sogecable para emisión de películas, dispone de 3,57 millones de abonados a su servicio Vodafone Live!, que ofrece sobre la red GSM 50 canales televisivos por seis euros mensuales, al tiempo que cuenta con otros 140.000 suscriptores a su servicio Digital + Móvil, el cual oferta 19 canales a seis euros al mes (más 0,50 céntimos por conexión). Con una oferta más agresiva en cuanto a precio, Telefónica, que en 2003 se reveló pionera en la introducción del vídeo en el terminal móvil haciendo uso de la norma GPRS -que más tarde evolucionó a UMTS- , ha ampliado de 26 a 42 el número de canales disponibles para adaptarse a todos los perfiles posibles de usuarios, quienes tienden crecientemente a personalizar sus contenidos. En su caso, a cambio de cinco euros mensuales, la operadora de móviles del incumbente español ofrece música, documentales o series. Según fuentes de Telefónica, el perfil de sus usuarios de televisión en el móvil responde a una persona con más de 35 años que hace uso de este servicio entre las 20:00 y 24:00 horas. Orange, por su parte, cuenta con 0,92 millones de abonados a sus servicios 3G, lo que, como en el resto de los casos, no significa que todos ellos hagan uso de lo que en el futuro será la televisión en el móvil. Defensores y detractores Es obvio que el tamaño de una pantalla de móvil es algo exiguo para visualizar con comodidad una película o reportaje. Y precisamente tal razón, combinada con la dificultad que genera el hecho ver cualquier programa de, cuando menos media hora de duración, mientras se está fuera del ámbito doméstico (en el medio habitual de transporte camino de la oficina o en la sala de espera de una consulta médica), han provocado que este nuevo servicio genere un elevado cúmulo de dudas en cuanto a su viabilidad y utilidad entre los usuarios más avanzados de servicios móviles. Así, se ha configurado un colectivo de detractores de la televisión en el móvil que no ocultan sus reservas respecto a que pueda satisfacer las expectativas de unos consumidores, normalmente early adopters, a los que, por el contrario, no parece influirles demasiado las limitaciones de la pantalla, y que están apostando claramente por su uso, una vez que esté convenientemente regulado y se comercialice. De hecho, ya existen estudios que constatan que el potencial de ingresos previsto para la televisión en el móvil rebasará el alcanzado por los juegos e incluso el de la música, debido al fuerte tirón del que disfruta el móvil en el mercado de masas (sólo en nuestro país hay 48 millones de abonados celulares). Con el paso del tiempo, esta percepción más positiva se ha visto respaldada por ciertos analistas que se han visto abocados a modificar su perspectiva tras un tímido comienzo de estos servicios en Europa. Y como ejemplo de desarrollo, baste citar el caso italiano, en donde las nuevas redes de difusión de imágenes televisivas han atraido a medio millón de abonados en sólo unos pocos meses después de su lanzamiento. En concreto, Gartner auguraba ya el pasado mes de marzo que la televisión por móvil será una corriente dominante en el ejercicio 2010. Pero mientras llegamos a esa fecha, los analistas de la consultora aventuran que en 2008 el 5 por ciento de los ciudadanos europeos será usuario del servicio de televisión a través del móvil u otros dispositivos.Haciendo una prospectiva relativa a la penetración de la televisión en el móvil en el Viejo Continente frente a otras regiones del planeta, los expertos reconocen que "Europa no se revela como líder, sino que los niveles más elevados de demanda provendrían de Asia y, fundamentalmente, de Japón y Corea del Sur", países que, en conjunto, concentran un nivel de penetración de la televisión en el móvil realmente aceptable. En total, son seis millones de ciudadanos japoneses y coreanos los que reciben esta clase de señales en sus terminales móviles, y la tendencia es claramente ascendente. Según Screen Digest, la TV por móvil generará 4.700 millones de euros en 2011 a nivel mundial, que será generado por un colectivo de 140 millones de suscriptores a estos servicios.Impulsando el desarrollo De entre las muchas empresas que están desarrollando tecnología para la televisión en el móvil destaca Sidsa, una pyme española que participando en diferentes proyectos piloto tanto dentro de España como del exterior, de donde procede el 80 por ciento de sus ingresos. Tales pilotos se acometen sobre el estándar DVB-H.Según José María Insenser, presidente de Sidsa, el éxito de la TV en e l móvil dependerá de que operadores de servicios y de red (Abertis o Axion) y los radiodifusores lleguen a acuerdos. Y para ello, recomienda que el Ejecutivo asigne el espectro dentro de la banda UHF lo antes posible.