Las entidades podrán 'librarse' del Estado en los dos primeros años si logran sociosmadrid. El apoyo político que precisaba Salgado para lavar la cara en los mercados se cumplió y la reforma de cajas se ha quedado en aguas de borrajas. Tras ceder a las exigencias de PP y CiU, ni el Frob controlará a las cajas nacionalizadas ni los gestores serán apartados. Quien paga manda, pero si se trata del Frob, tan sólo vigila. El Real Decreto Ley de Reforzamiento Financiero aprobado ayer por el Consejo de Ministros limita el poder del Frob a una mera labor de vigilancia de que los planes presentados por las entidades que necesiten capital público se cumplan. Ni intervendrá en la gestión, ni tomará el timón de esas entidades. Sólo será un socio financiero. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, reconocía ayer que el Frob designará a profesionales "conocedores del sistema financiero", que entrarán en la entidad en el momento en el que se suscriban las acciones del banco y que su tarea será "vigilar y controlar que todo se desarrolle según lo previsto". Se deja, por tanto, abierta la puerta a que los actuales gestores se mantengan en las entidades nacionalizadas y que diseñen el plan para cumplir los objetivos de capital, mientras que los profesionales que designe el Frob serán espectadores. Ellos serán los encargados de "vigilar y controlar" -según explicó ayer la ministra- el plan por el que las cajas deberán alcanzar un capital principal del 8 por ciento con caracter general y que se eleva al 10 por ciento para que entidades que superen el 20 por ciento de financiación mayorista y no hayan colocado, al menos, un 20 por ciento de su capital entre terceros. Mientras, el calendario comenzó ayer a correr. La fecha señalada en rojo es el 4 de marzo cuando las entidades deberán haber remitido al Banco de España sus datos. Máximo, 20.000 millones Con esa información, el 10 de marzo, la institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez hará públicas las necesidades de capital de cada una de las entidades. Unas necesidades que la ministra insistió en que serán "como máximo, máximo de 20.000 millones". A partir de ahí, las entidades disponen de 15 días hábiles para presentar su plan de recapitalización y el calendario de ejecución. Aunque si la estrategia contempla la entrada del Frob en el capital, el plazo se amplía a un mes. Las medidas deberán estar en ejecutadas el 30 de septiembre, aunque también se abre la posibilidad de ampliar ese plazo. En el caso de que la entidad prevea salir a bolsa, los plazos podrían demorarse hasta el primer trimestre de 2012. En el supuesto de contar con el apoyo de las ayudas públicas, las entidades que no lo sean tendrán que convertirse en bancos en sólo tres meses para que el Frob pueda comprar acciones. Sin embargo, el Frob prevé desinvertir en esas entidades en un plazo máximo de cinco años, aunque puede salir antes (el primer año como norma general o el segundo de manera excepcional) si las entidades quieren recomprar sus acciones. Una vez que haya expirado el periodo de permanecencia del Frob se fijará un "proceso competitivo" -según Salgado- por el que un experto independiente valorará las acciones en manos del Frob para venderlas a precios de mercado. Fiscalidad El Gobierno introduce cambios fiscales para garantizar la neutralidad fiscal. Se permite así, que los SIP mutualicen el cien por cien de los resultados, la solvencia, la liquidez y los créditos fiscales de las entidades que los integren. Salgado reconoció que con este decreto, del que insistió en que no discrimina a unas entidades financieras frente a otras, "lo que queremos es que las cajas sean solventes y, además, lo parezcan". Aunque delante de los micrófonos, insistió en que el doble objetivo es el de reforzar la solvencia de las entidades de crédito y favorecer la canalización del crédito a la economía.