Los accionistas apoyaron ayer la eliminación de los blindajes a Enel y Accionamadrid. "Como los soldados de la guerra de Troya, yo podré decir que fui uno de ellos". Así sellaba Manuel Pizarro, presidente de Endesa, su despedida de la eléctrica que ha protagonizado la opa más famosa de los últimos años. "La vida sigue", repitió el aragonés, pero no seguirá igual, como decía la canción. Según ha podido saber elEconomista, Manuel Pizarro abandonará su asiento de presidente en Endesa a mediados de octubre, una vez que hayan pasado las fiestas del Pilar de Zaragoza.Concretamente, el Consejo de la compañía tiene previsto reunirse a mediados del mes que viene, alrededor del día 15, para hacer efectiva la marcha de Pizarro y recibir a los nuevos dueños de la eléctrica, una vez que haya terminado el proceso de aceptación de la oferta lanzada por Enel y Acciona, cifrada en 40,16 euros por cada título. También abandonará el barco Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, que ya ha manifestado su intención de acudir a la opa.Los italianos y los Entrecanales superaban ayer una de las condiciones sine qua non para que el proceso de adquisición llegase a buen puerto: la modificación de los estatutos de la eléctrica para eliminar la limitación del voto a un 10 por ciento que habían tenido hasta el momento los nuevos socios. Con una representación del capital del 93,5 por ciento, un 92,4 por ciento de los votantes daban el visto bueno a la modifificación de los Estatutos, con lo que la opa quema ya sus últimos cartuchos. De esta forma, los accionistas secundaban el apoyo que el Consejo de Administración de Endesa había dado en agosto a la oferta de los italianos y sus compañeros de viaje españoles. Y es que la eliminación de los blindajes era el último escollo importante que quedaba por salvar antes de cerrar una etapa en Endesa. Pizarro quiso aclarar que "un accionista que no tenga la mayoría absoluta no puede imponerse. Hoy existen dos accionistas con el 46 por ciento de la compañía y no existe ningún trato de favor para nadie."Desde Roma, también llegaban ayer las declaraciones de Fulvio Conti, consejero delegado de Enel: "Estamos muy satisfechos por el resultado de la Junta. Era una etapa fundamental para el proceso y que ahora ofrece una perspectiva positiva para nuestra oferta"El precio que pagarán Enel y Acciona fue otro de los puntos abordados por Pizarro en su último discurso como presidente de Endesa. Frente a las reticencias de algún que otro accionista, el aragonés defendió a capa y espada, como ya había hecho en la Junta de junio, la oferta de los opantes. "El objetivo de un presidente es defender a sus accionistas, y el precio de 40,16 euros es muy cercano a los 45 euros que yo tenía en la cabeza", explicaba Pizarro. No fueron las únicas palabras referidas a los nuevos responsables de la eléctrica: "Gracias por el tono y el respeto con que han hecho las cosas, por guardar las formas en todo momento". Y, como era de esperar, una mención a los trabajadores: " Nunca tantos accionistas debieron tanto a tan pocos."Pero Pizarro no es el único que se despide de Endesa. Doña Adela, una accionista histórica de la compañía, también deja la eléctrica y con ella, su paquete de 200 acciones, conservadas durante años.