Elecciones municipales en mayo, déficits abultados, limitaciones financieras y contaminación elevada en las grandes ciudades suponen un peligroso cóctel para el automóvil, que el pasado año aportó 24.000 millones de euros en ingresos al Estado. Los fabricantes temen que algunas de las grandes corporaciones eleven el Impuesto de Circulación después de los comicios para engrosar sus polvorientas arcas. La amenaza fue revelada ayer por Luis Valero, director general de Anfac, en el marco de un debate organizado por Gestiona Fórum para abordar los problemas del sector de automoción, cuyas ventas retrocederán este año cerca de un 8 por ciento, hasta las 900.000 unidades. La falta de financiación fue uno de los temas centrales del debate. Para el presidente de Aniacam, Germán López Madrid, salvo tres grandes bancos que monopolizan la concesión de préstamos, el resto de entidades sigue sin entender el negocio de automoción porque se encuentran dominadas por los departamentos de riesgos. "Para la banca la automoción es un sector maldito, como el de la construcción", destacó. El presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, calificó la falta de circulante como uno de los problemas más graves al que se enfrentan empresas y particulares, que en el 80 por ciento de los casos recurren a préstamos para financiar la compra de vehículos. El director general de Faconauto, Alfonso Nogueiro, se decantó por eliminar el Impuesto de Matriculación de aquellos automóviles que emiten menos de 160 g/km de CO2 y que suponen el 80 por ciento de las ventas. Sobre la vertebración del sector, otro de los temas abordados, Germán López Madrid se mostró categórico: "No podemos vertebrarnos a través de la CEOE, porque ha ninguneado al sector y ha sido un absoluto desencanto". Las cajas vascas al albur de los políticos Todos los partidos apelan públicamente a que la fusión de las cajas vascas debe responder a criterios empresariales y sin injerencias políticas. Los que hablan y los que escuchan saben que no hay nada más lejos de la realidad. Para prueba no un botón, sino dos fracasos de fusión (2005 y 2008) y el tercero en ciernes (2010). Cada actor del proceso lo tiene muy claro, la culpa fue del otro. Ahora en vez de una gran caja vasca muy solvente y con capacidad de maniobra, hay tres cajas muy solventes, pero dos muy pequeñas y sólo puede jugar en el gran mercado de oportunidades, así BBK se hizo con Cajasur. El tercer intento, el 'plan c', de crear un SIP entre BBK y Caja Vital, está bloqueado. Contaba con el respaldo del Gobierno vasco, el PSE, la no oposición del PP y el apoyo del PNV, pero del PNV de Álava y de Vizcaya, no de Guipúzcoa. En el último momento parece que triunfan las tesis del PNV de Guipúzcoa y se paraliza el proyecto. El modelo guipuzcoano trata de mantener el 'status quo' tradicional: la fusión debe ser a tres; deben poder mantenerse como cajas; la nueva entidad será la suma de tres entidades en que ninguna quede por encima del resto; y que se mantenga las cajas como "apoyo del propio sistema institucional". Para el PNV si hasta ahora todo esto ha funcionado, las cajas vascas son de las más solventes España, por qué cambiarlo vía decreto de Salgado. Parece difícil cuadrar este planteamiento con el cambio del mapa financiero y con el reparto de poder actual en el País Vasco. Ese 'status quo' sólo convence al PNV, por tanto no parece factible. Y si así fuera, la gran perjudicada podría ser BBK con una fusión que no reconociese su actual dimensión. Pero si los políticos no llegan a acuerdos y no se hace nada, las perjudicadas serán las tres entidades. Perderán la oportunidad de acudir con dimensión al nuevo reparto del mapa financiero. El tiempo corre en contra.Elecciones municipales en mayo, déficits abultados, limitaciones financieras y contaminación elevada en las grandes ciudades suponen un peligroso cóctel para el automóvil, que el pasado año aportó 24.000 millones de euros en ingresos al Estado. Los fabricantes temen que algunas de las grandes corporaciones eleven el Impuesto de Circulación después de los comicios para engrosar sus polvorientas arcas. La amenaza fue revelada ayer por Luis Valero, director general de Anfac, en el marco de un debate organizado por Gestiona Fórum para abordar los problemas del sector de automoción, cuyas ventas retrocederán este año cerca de un 8 por ciento, hasta las 900.000 unidades. La falta de financiación fue uno de los temas centrales del debate. Para el presidente de Aniacam, Germán López Madrid, salvo tres grandes bancos que monopolizan la concesión de préstamos, el resto de entidades sigue sin entender el negocio de automoción porque se encuentran dominadas por los departamentos de riesgos. "Para la banca la automoción es un sector maldito, como el de la construcción", destacó. El presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, calificó la falta de circulante como uno de los problemas más graves al que se enfrentan empresas y particulares, que en el 80 por ciento de los casos recurren a préstamos para financiar la compra de vehículos. El director general de Faconauto, Alfonso Nogueiro, se decantó por eliminar el Impuesto de Matriculación de aquellos automóviles que emiten menos de 160 g/km de CO2 y que suponen el 80 por ciento de las ventas. Sobre la vertebración del sector, otro de los temas abordados, Germán López Madrid se mostró categórico: "No podemos vertebrarnos a través de la CEOE, porque ha ninguneado al sector y ha sido un absoluto desencanto". Las cajas vascas al albur de los políticos Todos los partidos apelan públicamente a que la fusión de las cajas vascas debe responder a criterios empresariales y sin injerencias políticas. Los que hablan y los que escuchan saben que no hay nada más lejos de la realidad. Para prueba no un botón, sino dos fracasos de fusión (2005 y 2008) y el tercero en ciernes (2010). Cada actor del proceso lo tiene muy claro, la culpa fue del otro. Ahora en vez de una gran caja vasca muy solvente y con capacidad de maniobra, hay tres cajas muy solventes, pero dos muy pequeñas y sólo puede jugar en el gran mercado de oportunidades, así BBK se hizo con Cajasur. El tercer intento, el 'plan c', de crear un SIP entre BBK y Caja Vital, está bloqueado. Contaba con el respaldo del Gobierno vasco, el PSE, la no oposición del PP y el apoyo del PNV, pero del PNV de Álava y de Vizcaya, no de Guipúzcoa. En el último momento parece que triunfan las tesis del PNV de Guipúzcoa y se paraliza el proyecto. El modelo guipuzcoano trata de mantener el 'status quo' tradicional: la fusión debe ser a tres; deben poder mantenerse como cajas; la nueva entidad será la suma de tres entidades en que ninguna quede por encima del resto; y que se mantenga las cajas como "apoyo del propio sistema institucional". Para el PNV si hasta ahora todo esto ha funcionado, las cajas vascas son de las más solventes España, por qué cambiarlo vía decreto de Salgado. Parece difícil cuadrar este planteamiento con el cambio del mapa financiero y con el reparto de poder actual en el País Vasco. Ese 'status quo' sólo convence al PNV, por tanto no parece factible. Y si así fuera, la gran perjudicada podría ser BBK con una fusión que no reconociese su actual dimensión. Pero si los políticos no llegan a acuerdos y no se hace nada, las perjudicadas serán las tres entidades. Perderán la oportunidad de acudir con dimensión al nuevo reparto del mapa financiero. El tiempo corre en contra.Elecciones municipales en mayo, déficits abultados, limitaciones financieras y contaminación elevada en las grandes ciudades suponen un peligroso cóctel para el automóvil, que el pasado año aportó 24.000 millones de euros en ingresos al Estado. Los fabricantes temen que algunas de las grandes corporaciones eleven el Impuesto de Circulación después de los comicios para engrosar sus polvorientas arcas. La amenaza fue revelada ayer por Luis Valero, director general de Anfac, en el marco de un debate organizado por Gestiona Fórum para abordar los problemas del sector de automoción, cuyas ventas retrocederán este año cerca de un 8 por ciento, hasta las 900.000 unidades. La falta de financiación fue uno de los temas centrales del debate. Para el presidente de Aniacam, Germán López Madrid, salvo tres grandes bancos que monopolizan la concesión de préstamos, el resto de entidades sigue sin entender el negocio de automoción porque se encuentran dominadas por los departamentos de riesgos. "Para la banca la automoción es un sector maldito, como el de la construcción", destacó. El presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, calificó la falta de circulante como uno de los problemas más graves al que se enfrentan empresas y particulares, que en el 80 por ciento de los casos recurren a préstamos para financiar la compra de vehículos. El director general de Faconauto, Alfonso Nogueiro, se decantó por eliminar el Impuesto de Matriculación de aquellos automóviles que emiten menos de 160 g/km de CO2 y que suponen el 80 por ciento de las ventas. Sobre la vertebración del sector, otro de los temas abordados, Germán López Madrid se mostró categórico: "No podemos vertebrarnos a través de la CEOE, porque ha ninguneado al sector y ha sido un absoluto desencanto". Las cajas vascas al albur de los políticos Todos los partidos apelan públicamente a que la fusión de las cajas vascas debe responder a criterios empresariales y sin injerencias políticas. Los que hablan y los que escuchan saben que no hay nada más lejos de la realidad. Para prueba no un botón, sino dos fracasos de fusión (2005 y 2008) y el tercero en ciernes (2010). Cada actor del proceso lo tiene muy claro, la culpa fue del otro. Ahora en vez de una gran caja vasca muy solvente y con capacidad de maniobra, hay tres cajas muy solventes, pero dos muy pequeñas y sólo puede jugar en el gran mercado de oportunidades, así BBK se hizo con Cajasur. El tercer intento, el 'plan c', de crear un SIP entre BBK y Caja Vital, está bloqueado. Contaba con el respaldo del Gobierno vasco, el PSE, la no oposición del PP y el apoyo del PNV, pero del PNV de Álava y de Vizcaya, no de Guipúzcoa. En el último momento parece que triunfan las tesis del PNV de Guipúzcoa y se paraliza el proyecto. El modelo guipuzcoano trata de mantener el 'status quo' tradicional: la fusión debe ser a tres; deben poder mantenerse como cajas; la nueva entidad será la suma de tres entidades en que ninguna quede por encima del resto; y que se mantenga las cajas como "apoyo del propio sistema institucional". Para el PNV si hasta ahora todo esto ha funcionado, las cajas vascas son de las más solventes España, por qué cambiarlo vía decreto de Salgado. Parece difícil cuadrar este planteamiento con el cambio del mapa financiero y con el reparto de poder actual en el País Vasco. Ese 'status quo' sólo convence al PNV, por tanto no parece factible. Y si así fuera, la gran perjudicada podría ser BBK con una fusión que no reconociese su actual dimensión. Pero si los políticos no llegan a acuerdos y no se hace nada, las perjudicadas serán las tres entidades. Perderán la oportunidad de acudir con dimensión al nuevo reparto del mapa financiero. El tiempo corre en contra.