El sindicato United Auto Workers ha convocado una huelga nacional en EEUUmadrid. Hasta aquí podían llegar, o eso parece. Los trabajadores de General Motors se pusieron ayer, cerca de las tres de la tarde, en huelga. Formaron piquetes y abandonaron sus puestos de trabajo en más de medio centenar de centros de trabajo de la compañía en Estados Unidos. La causa: se acabó el plazo impuesto por el sindicato United Auto Workers (UAW) para llegar a un acuerdo sobre el convenio colectivo. De poco ha servido haber ampliado la vigencia del actual convenio, que venció el pasado 14 de febrero, para forzar un acuerdo con la empresa. El domingo se rompió toda posibilidad de acuerdo cuando la compañía se negó a garantizar la construcción de nuevos vehículos en Estados Unidos para salvaguardar el empleo. Jefes 'poco agradecidos'El UAW hizo circular un comunicado en el que se hablaba de la "decepción" ocasionada por el no reconocimiento por parte de General Motors de las aportaciones realizadas por sus trabajadores en los últimos cuatro años. "Desde 2003, nuestros miembros han realizado extraordinarios esfuerzos cada vez que la compañía ha venido a nosotros con un problema: la reestructuración, el plan de bajas, la suspensión de pagos de Delphi o los problemas por prestaciones sanitarias", indicó el presidente de UAW, Ron Gettelfinger. Y es que a General Motors sólo le importa conseguir una cosa mediante este convenio: ahorrar en las prestaciones sanitarias para empleados y jubilados. Así reduciría la distancia competitiva que le suponen estos costes frente a los asiáticos. Por este motivo, las duras negociaciones se siguen con lupa por Ford y Chrysler, que también necesitan recortar estos gastos en sus correspondientes convenios. General Motors logró 655 millones de euros de beneficio neto en el segundo trimestre del año, frente a los 2.500 millones de euros de pérdidas del mismo período de 2006. Estas cifras están en el contexto del plan de reestructuración norteamericano, donde se contempla la eliminación de unos 30.000 puestos de trabajo y el cierre de hasta catorce instalaciones. Razones de sobra para que el UAW convoque otra huelga nacional después de 31 años de la de Ford.