singapur. La NBA estadounidense conquista la última frontera del baloncesto. La liga de baloncesto profesional más importante del mundo anunció esta semana, por boca de su comisario David Stern, el fichaje del prestigioso ejecutivo taiwanés Timothy Chen como futuro responsable de la nueva filial creada por la National Basketball Association estadounidense en China. Con esta jugada de tiralíneas, la NBA acomete su ansiada expansión en el gigante asiático de la mano de uno de los ejecutivos con mayor pedigrí y recorrido en ese mercado. Pero, al mismo tiempo, la maniobra de Stern supone un doloroso tapón a la estrategia de Microsft en China, compañía a la que han birlado al ejecutivo más codiciado que, hasta esta misma semana, dirigía las operaciones de la compañía de Bill Gates en el país asiático.Para la NBA, el desembarco en China es casi una necesidad estratégica, ya que podrá explotar mejor sus derechos de emisión, merchandising y demás operaciones en la certeza de que el producto encandila. En ese país no sólo existen 300 millones de aficionados al baloncesto, el deporte con mayor tirón entre los jóvenes, sino que la liga estadounidense goza de un enorme seguimiento desde que su héroe nacional, Yao Ming, fichara por los Houston Rockets hace seis años. En realidad, los gurús de la liga estadounidense no han tenido que hacer demasiadas cábalas para orientar su expansión internacional hacia China, donde existe una verdadera fiebre. Allí los partidos de la NBA tienen un público numeroso y fiel en la televisión china CCTV, que los emite en directo y en abierto. El merchandising oficial tiene ya más de 50.000 puntos de venta repartidos por todo el país. Y casi un tercio del tráfico del portal www.NBA.com accede directamente a la versión en mandarín.Semejante aceptación ha disparado también el automático de las empresas chinas: la multinacional Haier, el portal de Internet Sohu.com o el proveedor de contenidos para móviles KongZhong, que lanzó recientemente el sitio cn.nba.com para que sus suscriptores puedan seguir en directo los partidos, son algunos de los socios patrocinadores de la liga americana. "Está claro que China es la mejor oportunidad de crecimiento para el baloncesto NBA en los próximos años", asegura Neal Pilson, ex presidente de CBS Sports y fundador de la consultora de deportes Pilson Communications. La filial NBA China, que comenzará su operaciones a mitad de octubre, será propiedad en un 90 por ciento de la propia NBA, un 5 por ciento de inversores chinos y el 5 por ciento restante por "un grupo mediático estadounidense", según declaró David Stern a The New York Times. Este grupo podría muy bien ser Walt Disney, propietarios de las cadenas ESPN y ABC.Pero si el desembarco en China es una buena noticia para la NBA, para Microsoft supone un serio revés. Y ello a propósito de la fuga de Timothy Chen de las filas de la compañía de Seattle, arrebatado por la NBA en un fichaje estelar. El ejecutivo de Taiwán, que lideró las operaciones de Motorola en China desde 2001 a 2003, había conseguido excelentes dividendos en la que es la principal batalla de Microsoft en el gigante asiático: la piratería. Abandonó la estrategia de sus predecesores, que consistía en litigar con fuerza en los tribunales y criticar públicamente el escaso compromiso de Pekín de combatir la piratería. Y, al contrario, optó por una política de cooperación silenciosa con el Gobierno chino e impulsó mayores inversiones de Microsoft en empresas de software chinas. Chen dio la mano al régimen para asfaltar el futuro. La táctica, que implicó en la misma jugada un criticado colaboracionismo de la multinacional a propósito de la represión cibernética de la dictadura, dio el resultado esperado. Los frutos en forma de intervenciones policiales y judiciales contra la piratería se han multiplicado, incluida una operación que supuso la confiscación de software pirata valorado en 500 millones de dólares. Precisamente, la habilidad que mostró Tim Chen, moviéndose con soltura por los entresijos chinos del poder político y empresarial, ha sido clave en la decisión de la NBA de contratarle. Ni siquiera su inexperiencia en deportes y en medios de comunicación ha sido un obstáculo para su contratación: la NBA, para acometer una verdadera expansión en el país asiático, requiere de alguien con el perfil de Chen que sepa negociar con el poder para derribar barreras. Exactamente igual que Microsoft. "Es un ejecutivo que será capaz de hacer crecer significativamente el negocio", remató Heidi Ueberroth, presidenta de las operaciones internacionales de la NBA.