Será más rentable que el euribor esté en cotas elevadas, sobre todo, a largo plazomadrid. A pesar de que aún restan diez días para la fecha límite hasta la que se pueden comprar los ya famosos bonos del Santander al 7,5 por ciento, son numerosos los inversores que ya han optado por hacerse con ellos. A partir de ahí, existen varios caminos a elegir.De entrada, conviene recordar las condiciones que ofrece la entidad que preside Emilio Botín en estos productos financieros, que servirán a este banco para financiar parte de la opa por valor de 71.100 millones de euros que ha lanzado, en conjunción con Fortis y Royal Bank of Scotland, sobre ABN Amro. El Santander pone casi 19.900 millones y, de estos, hasta 7.000 está previsto que provengan de esta emisión.Así, la inversión mínima realizable se ha fijado en 5.000 euros y sólo se puede ampliar en bloques sucesivos por este mismo importe. El interés de los convertibles será del 7,5 por ciento TAE -un 7,3 por ciento nominal- durante el primer año, tendrán un plazo de vencimiento de cinco años y, para el resto del periodo de vigencia, un interés variable de euribor a tres meses más el 2,75 por ciento. Además, la emisión carece de rating, el beneficio que se obtenga será ingresado en la cuenta corriente del cliente de manera trimestral y, al transcurrir los cinco años, los bonos pasarán a ser automáticamente acciones del Santander, con lo que el inversor empezará a recibir dividendos. Para la conversión, los títulos del Santander se valorarán al 116 por ciento de la media de su cotización en los cinco días hábiles antes de la emisión, esto es, 27 y 28 de septiembre, y 1, 2 y 3 de octubre.Posibles escenariosEl primero de los supuestos es el más evidente: ¿qué pasa si finalmente el consorcio que forman estos tres bancos no compra ABN? Simplemente que, tras un año en activo, el 4 de octubre de 2008, los bonos quedarían inutilizados. El inversor habría cobrado el 7,5 por ciento que le correspondería, como si se tratara de un fondo más. Sin embargo, si la operación llega a buen puerto, como apuntan todas las previsiones, naturalmente las condiciones antes mencionadas seguirían vigentes.Desde ese momento, sólo habría dos opciones: o se realiza el canje por acciones o se acude al mercado secundario (ver cuadro adjunto). La cuestión, como casi siempre, es cuándo hacerlo. Pues bien, en este sentido, la clave se encontrará en la evolución tanto de los tipos de interés como de la propia acción del Santander. De este modo, si la primera magnitud se eleva, el euribor también lo hará y el bono, al ser variable durante sus segundos cuatro años de vida, tendrá más rentabilidad. Es decir, que a largo plazo, a aquellos inversores que tengan vocación de permanencia -que sería lo previsible si el negocio y la acción del Santander evoluciona según los cálculos del banco- les conviene que el euribor ascienda.Por el contrario, si baja, lógicamente, la rentabilidad de este producto será menor y sólo quedaría vender, en el caso de que el inversor considere que la situación no mejorará con facilidad, o esperar a que el interés del bono se evalúe. Hay que tener en cuenta que estando los convertibles en horas bajas, su precio en bolsa sería mayor. En cuanto a la acción, si resulta que ésta también se encuentra en tendencia alcista, el bono se situará igualmente en un precio elevado, con lo que bonistas, accionistas y la propia entidad se beneficiarían.De producirse un escenario opuesto, en el que los títulos estuvieran bajos, lo recomendable sería aguantar un tiempo y, de no ascender, valorar la posibilidad de colocar las acciones.En definitiva, los inversores que han adquirido bonos al 7,5 por ciento, han comprado una obligación para convertirlos, en un máximo de cinco años y abonando un 16 por ciento más, en acciones del Santander. Para ellos, la situación ideal pasa por unos tipos de interés altos y una acción del banco al alza. En caso de no cumplirse estos requisitos, y para aquellos que su músculo financiero se lo permita, convendría esperar. Si no, siempre nos quedará el mercado secundario para salir del embrollo.Desinversiones de FortisPor otra parte, el banco belga-holandés que acompaña al español en su puja por ABN lanzó ayer su ampliación de capital de 13.200 millones para financiar su parte en la operación. Además, Fortis explicó que para asegurarse el visto bueno de la Comisión Europea a su participación en la opa, una autorización que ya otorgada a RBS y al Santander, propone un plan de desinversiones. Vendería el Hollandsche Bank, doce sucursales de asesoramiento y dos unidades de clientes corporativos. En último lugar, Fortis comunicó que espera ganar 4.200 millones de euros en 2007.