as cajas están atentas a la evolución demográfica y a las nuevas tendencias de la sociedad española, señala Juan R. Quintás Seoane, presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), con el fin de adaptar continuamente su obra social a las necesidades de cada momento. P ¿Cómo ha evolucionado la obra social de las cajas de ahorros? R Quizá el cambio más perceptible ha sido la reorientación de su contenido para atender nuevas demandas de los ciudadanos. La sociedad española, al igual que las de su entorno, se encuentra en pleno proceso de transformación de su pirámide de población y de su estructura social. Esos cambios tienen como consecuencia un incremento de necesidades, principalmente en ámbitos asistenciales. Esto ha llevado a las cajas de ahorros a aumentar sus inversiones en el área de asistencia social y sanitaria. También se han incrementado las dedicadas al medio ambiente. En cambio, otras áreas que experimentaron fuertes crecimientos en décadas anteriores, como la cultura y el tiempo libre, se han frenado. Es decir, los aspectos asistenciales se han hecho prioritarios frente a los culturales.P Esto se nota incluso en las ayudas a la formación e incentivos a empresas y emprendedores. ¿Cree que en los próximos años se acentuará esta línea?R Así lo creo. Parece bastante probable que, en un futuro, la parte asistencial de la obra social se sitúe en recursos a la altura del área cultural. La inversión de las cajas en formación y en emprendedores es elevada y creciente, y las cajas ya están a la cabeza de las entidades privadas que más recursos dedican a estas áreas. Valgan como ejemplo los centros de formación profesional, las escuelas de negocio, la participación accionarial en parques tecnológicos y los programas orientados a impulsar la investigación o la creación de empresas.P En medio ambiente también se están aumentando las inversiones. ¿Es fruto de la concienciación o de la presión social sobre este tema? R En los diez últimos años, los recursos destinados para conservación del medio ambiente desde obra social se han multiplicado por diez. En nuestro país se ha consolidado una mayor concienciación medioambiental y las cajas han demostrado una alta sensibilidad hacia estas inquietudes que son, por cierto, muy razonables. Del medio ambiente proceden los recursos básicos y las materias primas del sistema productivo, por lo que su utilización sostenible contribuye al crecimiento económico. Parece conveniente que, alcanzados niveles de prosperidad y de tecnología razonables, se corresponda acentuando el cuidado del medio ambiente. En el caso de las cajas, en el pasado ejercicio estos recursos han aumentado un 47,8 por ciento, hasta situarse en 84,6 millones de euros, lo que nos sitúa como las entidades financieras privadas que más recursos dedican a estas cuestiones.P ¿Qué nuevos ámbitos centrarán la obra social de las cajas de ahorros en el futuro? R Creo que estarán muy en relación con las transformaciones estructurales de la sociedad. El envejecimiento de la población es, probablemente, la más evidente. En España, en los próximos 40 años pasaremos desde los cerca de 6 millones de ancianos actuales a casi 16 y, entre ellos, la mayor parte serán los de edad ultra avanzada, es decir, mayores de 80 años. Estaremos, entonces, entre los países más envejecidos del mundo. Además de este drástico cambio demográfico, existe otro de fuerte intensidad, como es el incremento de la inmigración. Otra de las tendencias relevantes se relaciona con el papel de la mujer en la sociedad. El empleo femenino varía desde menos del 50 por ciento en Europa del Sur hasta más del 75 por ciento en los países nórdicos y, dado el aumento de las tasas de actividad entre las mujeres italianas y españolas, es muy probable que este desfase se reduzca con rapidez. El cambio implica una modificación en la capacidad de las familias para responsabilizarse del cuidado de sus miembros. Una cuarta tendencia está relacionada con la economía del conocimiento, y con la necesidad de una mejor y permanente formación. La educación tendrá un papel más determinante, aún si cabe, como palanca de la igualdad de oportunidades y como instrumento para que la economía española alcance mayor dinamismo y eficacia. Y para este último fin, las actividades de I+D+i serán también críticas.P ¿Podríamos contabilizar el impacto que está teniendo la obra social en la economía y en la sociedad española?R En relación con el PIB, la obra social de las cajas aportó a la riqueza nacional 1.381 millones de euros, casi un euro por cada euro invertido (a la inversión total de las cajas en obra social en 2006, 1.524 millones de euros, hay que restarle la ayuda en cooperación internacional y las becas de estudio en el extranjero). En este sentido, la escasa incidencia de las importaciones en la actividad de la obra social hace que esta proporción sea de las más favorables de entre todos los sectores productivos, es decir, prácticamente toda la riqueza que crea la obra social repercute en España.En cuanto al impacto en la producción total, esos 1.524 millones de euros generaron 2.632 millones de euros de dinamismo económico, entendido como la totalidad de la facturación de los sectores relacionados con la actividad social de las cajas. Es decir, la inversión en obra social en 2006 supuso que el efecto en el dinamismo económico se multiplicara por 1,7. Con la obra social se está consiguiendo, por tanto, no sólo su finalidad fundamental de promover la cohesión y el desarrollo social, sino también el impulso de nuestra economía.La importancia de esa aportación a la comunidad se puede resumir recordando que no tiene parangón en los países de nuestro entorno, incluso en tiempos en los que, como los actuales, la sociedad espera que las empresas no sean ajenas a los problemas de los ciudadanos.P ¿Se ha convertido la obra social en una importante fuente de creación de empleo?R Como consecuencia de esta participación activa, la obra social generó el año pasado 34.816 empleos, incluidos los indirectos contratados, los inducidos y el directo. El número de personas que trabajan para la obra social como plantilla de la caja o de sus fundaciones se sitúa en 3.246. La obra social genera más empleos que la media de sectores productivos, y tiene, además, otras dos características interesantes: la gran diversidad de actividades en las que incide (construcción, sanidad, ONG o empresas de servicios, entre otros) y la mayor calidad del empleo, entendida en términos de cualificación, estabilidad y remuneración.P ¿Cree que algunos gobiernos regionales están intentando dirigir la obra social de las cajas de ahorros?R Hemos manifestado en muchas ocasiones que la colaboración con las comunidades autónomas es natural y necesaria, y ese es el marco en donde las cajas realizan mejor su trabajo. Y por ello confiamos y esperamos que las comunidades autónomas compartan esta opinión. La coordinación y complementariedad evita redundancias, asegura la eficiencia y permite llegar a más población.P Parece que la participación de los clientes es cada vez mayor, hasta el punto de que una entidad como Caja Navarra permite que sean éstos los que elijan el destino de su obra social. ¿Qué opina de ello?R Los órganos de gobierno de las cajas, a diferencia de los de otras entidades, son designados por sus stakeholders, entre los que figuran con notable importancia los clientes. Por ello, su opinión siempre tiene un canal de expresión, sin perjuicio de los intereses legítimos de otros stakeholders como los empleados, las entidades relevantes y las Administraciones Públicas del territorio de actuación de la caja. Por otra parte, es cierto que es cada vez más frecuente e intenso el sondeo directo de la clientela sobre la orientación de la obra social, bien con encuestas públicas o con consultas individuales. Juzgo este movimiento muy acertado, siempre que no llegue a significar la inhibición de la caja respecto del destino y gestión de su obra social, ya que, en este caso extremo, la caja actuaría sólo como mecenas, renunciando a su gran capacidad de gestión y liderazgo. Habitualmente se gestiona directamente el 60 por ciento de la obra social y creo que nuestra historia ha dado numerosos ejemplos de los buenos resultados de este enfoque híbrido.P En la actualidad, todas las empresas presumen de responsabilidad social corporativa. ¿No será una moda impuesta por el marketing?RLa creciente demanda social de un mayor compromiso de las empresas con los problemas de su entorno lleva a que una buena política de responsabilidad social corporativa (RSC) puede resultar muy conveniente para la cuenta de resultados de una entidad. Por tanto, el marketing sí que puede tener algo que ver en este asunto. Pero no es malo que ésto sea así. En último término la sociedad premia a quien mejor la sirve, tanto con la relación calidad/precio de sus productos como con sus prácticas de RSC.