madrid. Seat inicia estos días la comercialización de una interesante mecánica que conforman, por un lado, la caja de cambios automática DSG y, por otro, el motor TDI de 105 CV, incluyendo además filtro de partículas DPF.El DPF se ocupa de filtrar las partículas de hollín, las más perniciosas para el organismo humano y para el medio ambiente. Los León, Altea, Altea XL y Toledo son los modelos que dispondrán de esta combinación y en todos los casos, el motor 1.9 TDI se comercializará con el acabado más completo de equipamiento: el Stylance. Con esta nueva versión, el cambio secuencial DSG, que en el caso del 1.9 TDI ofrece seis velocidades frente a las cinco del manual, ya se encuentra en la gama Seat en tres mecánicas distintas: dos diesel y una gasolina. Además de con el mencionado 1.9 TDI de 105 CV, también puede encontrarse con el 2.0 TDI de 140 CV y en el León FR 2.0 TSI de 200 CV. En este último caso, con la particularidad además de disponer por primera vez en un modelo de la marca española de levas en el volante para accionar manualmente el cambio, si así se desea. El cambio secuencial DSG (Dual Shift Gearbox) se basa en una caja de cambios robotizada que cuenta con un doble embrague. La principal ventaja de este sistema es que es capaz de tener insertadas al mismo tiempo dos marchas, la que está en uso y la que entrará a continuación, todo ello gestionado de forma electrónica. Esto se traduce en unos cambios de velocidad rápidos y sin brusquedades, casi inapreciables para el conductor.El cambio DSG ofrece diferentes modos de funcionamiento. Tal y como ya se ha podido comprobar en otros modelos, con esta caja de cambios no se empeoran las cifras de cada versión que lo monta, ni en el apartado de las prestaciones ni en el de los consumos.