as cajas están atentas a la evolución demográfica y a las nuevas tendencias de la sociedad, con el fin de adaptar continuamente su obra social a las necesidades de cada momento. P ¿Cómo ha evolucionado la obra social de las cajas de ahorros en 2006? R Quizá el cambio más perceptible ha sido la reorientación de su contenido para atender nuevas y crecientes demandas de los ciudadanos. La sociedad española, al igual que las de su entorno, se encuentra en pleno proceso de transformación de su pirámide de población y también de su estructura social. Esos cambios tienen como consecuencia un incremento de necesidades, principalmente en ámbitos asistenciales. Esto ha llevado a las cajas de ahorros a aumentar sus inversiones en el área de asistencia social y sanitaria, especialmente, de la asistencia social. También se han incrementado las dedicadas al medio ambiente. En cambio, otras áreas que experimentaron fuertes crecimientos en décadas anteriores, como la cultura y el tiempo libre, registran ahora tasas de aumento más moderadas. Es decir, los aspectos asistenciales se han hecho prioritarios frente a los culturales.PEfectivamente, se nota que se ha producido una evolución desde la promoción cultural hacia la social y la económica, incluso con ayudas a la formación e incentivos a empresas y emprendedores. ¿Cree que en los próximos años se acentuará esta línea?RAsí lo creo. Parece bastante probable que, en un futuro no muy lejano, la parte asistencial de la obra social se sitúe a la altura del área cultural en tanto que área receptora de recursos. Por otra parte, la actividad de las cajas en formación y en emprendedores es elevada y creciente, y las cajas ya están a la cabeza de las entidades privadas que más recursos dedican a estas áreas. A modo de ejemplo, cabe mencionar los centros de formación profesional, las escuelas de negocio, la participación accionarial en parques tecnológicos y los programas orientados a impulsar la investigación o la creación de empresas.PEn medio ambiente también están aumentando las inversiones. ¿Es fruto de la concienciación o de la presión social sobre este tema? RA lo largo de los diez últimos años, los recursos destinados para promoción y conservación del medio ambiente por parte de la obra social se han multiplicado por diez. En nuestro país se ha ido consolidando en la sociedad una mayor concienciación medioambiental y las cajas han demostrado una alta sensibilidad hacia estas inquietudes que son, por cierto, muy razonables. En efecto, del medio ambiente proceden los recursos básicos y las materias primas del sistema productivo, por lo que su utilización sostenible contribuye al crecimiento económico y, con ello, también mejora la tecnología.Parece conveniente que, alcanzados niveles de prosperidad y de tecnología razonables, se corresponda acentuando el cuidado del medio ambiente En el caso de las cajas, en el pasado ejercicio estos recursos han aumentado un 47,8 por ciento, hasta situarse en 84,6 millones de euros, lo que nos sitúa como las entidades financieras privadas que más recursos dedican a estas cuestiones.P¿Qué nuevos ámbitos centrarán la obra social de las cajas de ahorros en el futuro? R Creo que estarán muy en relación con las transformaciones estructurales de nuestra sociedad. El envejecimiento de la población es, probablemente, la más evidente de todas. En España, en los próximos cuarenta años, pasaremos desde los cerca de seis millones de ancianos actuales a casi dieciséis millones y, entre ellos, la mayor parte serán los de edad ultra avanzada, es decir, mayores de ochenta años. España estará, entonces, entre los países más envejecidos del mundo. Además de este drástico cambio demográfico, existe otro de también fuerte intensidad, como es el incremento de la inmigración.Otra de las tendencias relevantes se relaciona con el papel de la mujer en la sociedad. El empleo femenino varía desde menos del cincuenta por ciento en Europa del sur hasta más del setenta y cinco por ciento en los países nórdicos y, dado el aumento de las tasas de actividad entre las mujeres italianas y españolas, es muy probable que este desfase se reduzca con rapidez. Este cambio implica una modificación en la capacidad de las familias para responsabilizarse del cuidado de sus miembros bajo patrones de décadas pasadas.Una cuarta tendencia está relacionada con la economía del conocimiento, y con la necesidad de una mejor y permanente formación. La educación tendrá un papel más determinante aún, si cabe, como palanca de la igualdad de oportunidades y como instrumento para el impulso de la transición de la economía española a configuraciones de mayor dinamismo, nivel tecnológico y eficacia. Y para este último fin, las actividades de I+D+i serán también críticas.P¿Podríamos contabilizar el impacto que está teniendo la obra social en la economía y en la sociedad española?R En relación con el impacto en el PIB, la obra social de las cajas aportó a la riqueza nacional 1.381 millones de euros, casi un euro por cada euro invertido (a la inversión total de las cajas en obra social en 2006, 1.524 millones de euros, hay que restarle la ayuda en cooperación internacional y las becas de estudio en el extranjero). En este sentido, la escasa incidencia de las importaciones en la actividad de la obra social hace que esta proporción sea de las más favorables de entre todos los sectores productivos, es decir, prácticamente toda la riqueza que crea la obra social repercute en España.En cuanto al impacto en la producción total, los 1.524 millones de euros invertidos en obra social generaron 2.632 millones de euros de dinamismo económico, entendido como la totalidad de la facturación de los sectores relacionados con la actividad social de las cajas. Es decir, la inversión en obra social en 2006 supuso que el efecto en el dinamismo económico se multiplicara por 1,7.Con la obra social se está consiguiendo, por tanto, no sólo su finalidad fundamental de promover la cohesión y el desarrollo social, sino también el impulso de la producción y renta de nuestra economía.Y refiriéndome ya a dicha motivación fundamental, creo que la importancia de esa aportación a la comunidad, se puede resumir recordando que no tiene parangón en los países de nuestro entorno, incluso en tiempos en los que, como los actuales, la sociedad espera que las empresas no sean ajenas a los problemas de sus ciudadanos.P¿La obra social se ha convertido también en una importante fuente de creación de empleo?RComo consecuencia de esta participación activa en buena parte de los sectores de la economía española, la obra social generó el año pasado 34.816 empleos. En esta cifra se incluyen el empleo indirecto contratado, el empleo inducido y el empleo directo de la obra social de las cajas. En cuanto a este último, la cifra agregada de personas que trabajan para la obra social como plantilla de la caja o de sus fundaciones se sitúa en 3.246. La obra social genera más empleos que la media de sectores productivos, y tiene, además, otras dos características interesantes: la gran diversidad de actividades en las que genera empleo (construcción, sanidad, ONG, o empresas de servicios, entre otros) y la mayor calidad del empleo, entendida en términos de cualificación, estabilidad y remuneración.P¿Cree que algunos gobiernos regionales están intentando dirigir la obra social de las cajas de ahorros?RHemos manifestado en muchas ocasiones que la colaboración con las comunidades autónomas es natural y necesaria, y ese es el marco en dónde las cajas realizan mejor su trabajo. Y por ello confiamos y esperamos que las comunidades autónomas compartan esta opinión. La coordinación, la complementariedad con la inversión realizada por las administraciones públicas evita redundancias, asegura la eficiencia y permite llegar a más población, objetivos éstos comunes a las cajas y a las autoridades regionales.PParece que la participación de los clientes es cada vez mayor, hasta el punto de que una entidad como Caja Navarra permite incluso que sean éstos los que elijan el destino de su obra social. ¿Qué opina de ello?RLos órganos de gobierno de las cajas, a diferencia de los de otras entidades, son designados por sus stakeholders, entre los que figuran con notable importancia los clientes. Por ello su opinión siempre tiene un canal idóneo de expresión, sin perjuicio de tener también en cuenta los intereses legítimos de otros stakeholders también presentes en nuestros órganos de gobierno (empleados, entidades relevantes y administraciones públicas del "territorio" de actuación de la Caja). Pero, por otra parte, es cierto que, además, es cada vez más frecuente e intenso el sondeo directo del posicionamiento de la clientela respecto de la orientación de la obra social. Y, para ello, se utilizan multitud de medios, desde las encuestas de amplia cobertura hasta las consultas individuales. Juzgo este movimiento general muy acertado, siempre que no llegue a significar la inhibición de la caja respecto del destino y gestión de su obra social, ya que, en este caso extremo, la caja actuaría sólo como mecenas y sin considerar ningún otro interés legítimo que el de su clientela. Esto implicaría, entre otras cosas, la renuncia de la caja a la utilización de su gran capacidad de gestión y de liderazgo en la creación de poderosas acciones a favor del bienestar y la solidaridad social. Habitualmente se gestiona directamente el 60 por ciento de la obra social y creo que nuestra historia ha dado numerosos ejemplos de los buenos resultados de este enfoque híbrido.P En la actualidad, todas las empresas presumen de responsabilidad social corporativa. ¿Se trata de una moda impuesta por el marketing?RLa creciente demanda social de un mayor compromiso de las empresas con los problemas de su entorno tiene como consecuencia que una buena política de RSC puede resultar muy conveniente para la cuenta de resultados de una entidad. Por tanto, el marketing sí que puede tener algo que ver en este asunto. Pero no es malo que ésto sea así. En último término la sociedad premia a quien mejor la sirve, tanto con la relación calidad/precio de sus productos como con sus prácticas de RSC.