Espera que, como mínimo, la decisión que tome el Pentágono sea salomónicamadrid. Airbus Military cuida al máximo todos los detalles para intentar ganar el contrato de los aviones cisterna de Estados Unidos. La filial de transporte militar de Airbus, que agrupa los activos de la antigua Construcciones Aeronáuticas, afinará el próximo 11 de febrero su oferta para hacerla lo más competitiva posible, según explican a este periódico fuentes conocedoras de los detalles del proceso. Se presentará el próximo viernes a la BAFO (siglas en inglés de Best and Final Offer) con una pequeña rebaja en el precio. Aunque las mismas fuentes no especifican cuál, en este tipo de contratos suele oscilar entre el 1 y el 3 por ciento. Un portavoz oficial de Airbus Military consultado por elEconomista asegura que en estos últimos detalles que se pulen "no es sólo cuestión de dinero, también se puede mejorar el calendario de entregas o el soporte que se ofrece al contrato durante la vida útil de los aviones". Aunque la compañía presidida por Domingo Ureña, lógicamente, se presenta para ganar y batir al fabricante norteamericano Boeing en su propia casa, Airbus Military baraja un escenario muy probable: que se produzca un reparto salomónico del Pentágono y conceda una parte del pedido de 179 aviones a cada uno de los fabricantes. En el caso de que éste se produzca, el ganador se dará a conocer en marzo, la compañía europea da por seguro que Boeing protestará la decisión en junio, ya que tiene aproximadamente un plazo de cien días para quejarse. Hace unos días, el fabricante con sede en Chicago también había anunciado que iba a presentar una oferta mejorada para intentar ganar el contrato, que podría estar valorado en 35.000 millones de dólares (aproximadamente 25.500 millones de euros). Es la tercera vez que se pone en marcha el concurso de los tanqueros, ya que los dos anteriores procesos se cancelaron. En la primera ocasión ganó Boeing, pero se anuló la licitación porque se descubrió que una funcionaria del Pentágono, Darleen Druyun, pasó información al fabricante norteamericano sobre la oferta europea. Boeing ganó y un tiempo después proporcionó un buen puesto de trabajo a Druyun y a algún familiar. Curiosamente fue el famoso Senador McCain quien destapó el caso. En la segunda ocasión ganó la filial de aviación de EADS, pero el contrato también se canceló por irregularidades en la concesión. El fantasma de la polémica también se pasea por la tercera licitación. Hace unas semanas, el Pentágono, por error, mandó información delicada de cada candidatura a la contraria. Por lo que se desprendía de su contenido, Airbus Military partía con ventaja en el tramo final.