MADRID. Inmerso en una reestructuración de plantilla que supondrá la rescisión de 4.800 puestos de trabajo en todo el mundo (165 de ellos en España), el laboratorio suizo Roche anunció ayer un descenso de sus ingresos brutos del 3 por ciento hasta los 36.748 millones de euros en 2010 (37.966 millones en 2009). Una caída que, según el consejero delegado de la compañía, Severin Schwan, estaría relacionada sobre todo con la contracción registrada en las ventas de Tamiflu, un 73 por ciento inferiores con respecto a 2009, y con las política de ahorro de muchos países europeos. Pese a todo, la empresa ha logrado incrementar su beneficio neto un 4 por ciento, pasando de 6.561 en 209 a 6.876 millones de euros el año pasado. No obstante, las previsiones para este año no son muy halagüeñas en cuanto a que su fármaco más vendido, Avastin, al que EEUU ha retirado la autorización para su comercialización dentro del país contra el cáncer de pecho por sus efectos secundarios, dejando en el aire alrededor de 618 millones de euros para 2011. En España, la facturación de la compañía ha caído un 4,4 por ciento hasta los 1.092 millones de euros.