Le pide explicaciones sobre cómo va a financiar las adquisiciones de Repsol, Eiffage y EuropistasEstas compras convierten al grupo en el segundo valor del Ibex con mayor ratio de endeudamientomadrid. Por tercer año consecutivo, el supervisor bursátil (CNMV) ha pedido a Sacyr Vallehermoso que aclare varios puntos de sus cuentas anuales. La auditoría firmada por Ernst&Young es insuficiente para el guardián del mercado, que este ejercicio ha puesto el dedo en la llaga de los créditos de la constructora. Unos compromisos financieros que le han convertido en la segunda compañía con mayor ratio de endeudamiento de todo el Ibex 35, sólo por detrás de Colonial.Motivos de peso para que la CNMV quiera conocer al detalle las cuentas del grupo. De hecho, nunca antes Sacyr había tenido que responder a tantas cuestiones: hasta nueve puntos, divididos en varios epígrafes.Hace dos años, los requerimientos del supervisor se limitaron a pedir el desglose de la deuda, mientras que el pasado ejercicio sus dudas incidieron en temas fiscales. Pero, en esta ocasión, ha sido distinto.La CNMV se ha centrado en destripar la financiación solicitada por Sacyr para hacer frente a sus multimillonarias compras de 2006, que le han permitido controlar el 20,01 por ciento de Repsol YPF, el 32,6 por ciento de Eiffage, la mayoría de Europistas y la parisina Torre Adriá.Para hacer frente a todas estas adquisiciones, el año pasado, el grupo presidido por Luis del Rivero pidió prestados 8.085 millones. De esta cantidad, 5.175 millones corresponden al crédito sindicado que firmó para convertirse en el primer accionista de Repsol YPF.Como garantía, la constructora utilizó los títulos de la petrolera, aunque los bancos se curaron todavía más en salud pidiéndole como prenda otros activos, como las acciones de la inmobiliaria Testa, que podrían ejecutar si la cotización de Repsol cae por debajo de los 22,5 euros, con un límite de 1.275 millones. Ayer, la petrolera cerró a 24,63 euros.En Eiffage, también ha puesto como garantía los propios títulos de la constructora gala; mientras que en Torre Adriá ha suscrito una operación de cobertura sobre el 78 por ciento de la deuda, que actúa como escudo protector frente a las subidas de tipos. En Europistas, el crédito tiene un plazo de vencimiento de dos años y está ligado a las futuras emisiones de acciones que realizará la concesionaria cuando se fusiones con Itinere, filial de autopistas de Sacyr, y que aportarán al grupo liquidez para hacer frente a sus compromisos financieros.Víctima de la subida de tiposEl detalle que ha ofrecido Sacyr sobre sus créditos ha dejado al descubierto la sensibilidad del grupo a las subidas de tipos. Por ejemplo, sólo en el primer semestre del año, la escalada del euribor puede haberle obligado a desembolsar unos 25 millones más por el crédito de Repsol. Suma y sigue, porque la revisión de este préstamo es semestral, lo que significa que al cierre de este ejercicio Sacyr tendría que pagar más de 50 millones extras en concepto de intereses.El impacto de la subida de tipos en la salud financiera del grupo explica la desconfianza del mercado en este valor, que ha perdido un 42,5 por ciento en los que va de año. Ayer cerró con una caída del 1,9 por ciento, hasta 25,87 euros por acción.