madrid. Morgan Stanley registró en 2010 beneficios mejores de los esperados con un salto en los beneficios, lo que valida la estrategia del banco de reducir su dependencia de la banca de inversión, un sector que provocó sudor y lágrimas a otros bancos de Wall Street. El banco estadounidense anunció un beneficio de 3.600 millones de dólares (2.700 millones de euros), tras haber sufrido unas pérdidas de 907 millones en 2009 (700 millones de euros), y un aumento de 60 por ciento en el cuarto trimestre sobre el tercero, muy por encima de lo previsto por el consenso de los analistas. "Morgan Stanley mejoró sus resultados en la mayoría de sus actividades en el cuarto trimestre, y la solidez de la marca fue demostrada por una participación en casi todas las transacciones que ayudaron a elevar el capital para los gobiernos y las empresas más grandes", comentó James Gorman, director general del banco a través de un comunicado. Buena parte de la buena evolución se debe a la participación mayoritaria que compró a Citi en 2009 en el negocio de correduría.