Rubalcaba defiende que el plan reforzará "la solvencia y credibilidad" del sectormadrid. El vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ayer tras el Consejo de Ministros que el Gobierno trabaja con urgencia en la elaboración de un plan para acelerar la reestructuración de las cajas de ahorros. Un plan que adelantó diseña el Ministerio de Economía y Hacienda en colaboración con el Banco de España, dirigido por el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y con la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), que preside el máximo ejecutivo de La Caixa, Isidre Fainé. En un mensaje de compromiso con las reformas que los organismos y mercados internacionales exigen a España para alejarla de las presiones sobre su solvencia económica, el portavoz del Ejecutivo confirmó la intención del Gobierno de hacer una contrarreforma financiera de mayor calado. Pero no entró a comprometer en el calendario plazos concretos. "No tardaremos mucho en presentarlo. Cuando pedimos aceleración en la reestructuración a las cajas, lo lógico es que la posición del Gobierno sea conocida lo más rápidamente posible", aseguró Rubalcaba. El viernes que viene es clave porque el Consejo de Ministros aprobará la reforma de pensiones, pero tal y como publicó elEconomista, las cajas serán la obsesión de Moncloa una vez apruebe el proyecto que ahora negocia con sindicatos y patronal y recoge el retraso de la edad de jubilación. Más transparencia El número dos del Gobierno, que tampoco quiso entrar en cómo se instrumentará el plan que diseña el ministerio de Elena Salgado, defendió los cambios legales que acometerán en la Ley de Cajas en un doble frente: reforzar, por un lado, la solvencia de estas entidades financieras y, por otro, dar un impulso a su credibilidad. La solvencia pasa inevitablemente, según Rubalcaba, "por la recapitalización; la credibilidad requiere un esfuerzo de transparencia a través de la realización de nuevos test de estrés y el detalle de todos los activos financieros e inmobiliarios de las cajas". El vicepresidente primero, que pidió discreción hasta que concluyan las negociaciones con el Banco de España y la CECA, tampoco entró a valorar si el nuevo plan conllevará una reforma del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) aprobado en 2009 y dependiente de Economía. La idea es doble, tal y como adelantó este periódico. En primer lugar, se trata de modificar la normativa de las cajas para que éstas aceleren su transformación en bancos y, en segundo, cambiar el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) para que las nuevas ayudas públicas supongan la entrada del Gobierno en el capital de estas entidades de ahorros. El Frob, a través de bonos garantizados por el Estado, adquirirá acciones o cuotas participativas (para aquellas en las que urja la inyección y aún no se hayan transformado) que acaben de apuntalar la solvencia de estas entidades, según aseguran fuentes cercanas a Economía y al supervisor bancario. Entrada temporal en el capital El Gobierno, sin embargo, no quiere que esta inyección sea equivalente a una nacionalización de las cajas, por lo que la modificación que se debe introducir en la regulación del Frob dejará muy claro que esta entrada en el capital será temporal. La norma establecerá, en principio, un periodo de cinco años para que el Frob salga del capital con una recompra de títulos por parte de las cajas de ahorros rescatadas. La entrada directa a través de acciones o cuotas tiene varias ventajas sobre los títulos preferentes, utilizados hasta ahora para reforzar a las entidades. Al adquirir capital, las cajas no estarían obligadas a esa devolución anual que rondaría el 10 por ciento, un pago complicado por la caída de la actividad y los resultados. Una segunda ventaja, aún más importante, es que el desembarco del Estado conllevaría derechos políticos y, por tanto, su incorporación en los consejos y en la gestión de las entidades.s Más información relacionada con este tema en www.eleconomista.es