La multinacional japonesa ha aceptado revisar la adjudicación de un nuevo 'pick up'barcelona. La multinacional japonesa Nissan ha visto con muy buenos ojos el resultado del referéndum celebrado el miércoles en su factoría de la Zona Franca de Barcelona y ha decidido readmitir a la instalación en la puja que diferentes factorías del grupo mantienen para adjudicarse la fabricación de una nueva furgoneta pick up. Según fuentes de la filial española, la sede central de Tokio ha aceptado considerar la candidatura de Barcelona después de que ayer la plantilla aprobara aplicar un ajuste salarial para ganar competitividad. La dirección de Nissan Motor Ibérica emitió ayer un comunicado en el que asegura que el comité global de asignación de nuevos modelos de Nissan "ha reaccionado positivamente" a la propuesta de medidas de contención salarial y más flexibilización planteadas por los sindicatos USOC y UGT. Según el mismo comunicado, la propuesta será ahora presentada a un comité decisorio definitivo de la multinacional japonesa que se reunirá el próximo 18 de enero. Sin embargo, la dirección de la filial española advierte que eso será así siempre que el acuerdo vinculante entre la dirección y el comité de empresa "se firme antes de las 17.00 horas del 17 de enero". La dirección teme ahora que el acuerdo refrendado por el 70 por ciento de la plantilla sea entorpecido por los sindicatos CCOO y CGT, que defendieron el voto en contra. Se da la circunstancia de que CCOO es el sindicato con mayor número de delegados en el comité de empresa y las medidas de ajuste aprobadas requieren la modificación del convenio colectivo. Los empleados han aceptado una contención salarial para los años 2012, 2013 y 2014, que se traduce en la congelación para el 2012, una subida del 0,5 por ciento en el 2013 y una del 1,5 por ciento en el 2014, año en que los trabajadores recibirían también una paga media de 350 euros como compensación. Además, se prevé un aumento de la productividad del 6 por ciento con un incremento del tiempo efectivo de trabajo a partir de abril de 2011, y el establecimiento de quince sábados productivos por turno (doce obligatorios), así como una bolsa de 40 horas por trabajador. CCOO no acepta estas medidas al considerar que incumplen el Plan Industrial de 2009, que ya supuso la salida de 1.500 trabajadores.