No hay marcha atrás. El Corte Inglés está decidido a transformar sus grandes almacenes en centros comerciales, aumentando su oferta y presentando nuevos servicios al consumidor. Aunque es cierto que en el camino se han quedado algunas pruebas -como la venta de pisos o de coches-, otras están saliendo con éxito adelante. El gigante de la distribución ha anunciado esta misma semana que amplía su alianza con Häggen-Dazs, con la apertura de una nueva heladería en su centro de Málaga, y prepara ahora la instalación de los centros médico estéticos de Hedonai en más tiendas, como la de Sanchinarro, en Madrid. Tras la apertura de restaurantes de primer nivel -tiene una alianza con Martín Berasategui- y cadenas de comida rápida como Telepizza o Burger King, además de un spa en el centro de Callao, también en la capital de España, no se sabe todavía cuál será el próximo reto. Lo que está claro es que la empresa que dirige Isidoro Álvarez está decidida a atraer al consumidor más jóven a sus centros. El servicio, con lemas como Sino queda satisfecho le devolvemos su dinero es importante. Pero no basta para atraer a una clientela acostumbrada cada vez más a comprar por Internet. El Corte Inglés acierta por ello al diversificar su oferta y convertir sus centros en algo más que tiendas. En el futuro serán verdaderos centros de ocio. Al estilo de un centro comercial y con una oferta mucho más diversificada aún si cabe. Quien sabe si lo próximo podría ser incluso un cine. La innovación es fundamental. Los estancos, en calma antes de la tormenta La nueva ley antitabaco, que ha eliminado de raiz la posibilidad de fumar en cualquier espacio público, está dejando algunas situaciones pintorescas entre los principales afectados. Ayer mismo, el portavoz de la Organización Nacional de Asociaciones de Estanqueros, Fernando Molina, aseguraba que están notando una mayor afluencia de clientela durante estos primeros días de aplicación de la norma en perjuicio de las máquinas de tabaco de los bares. En concreto, Molina hablaba de un aumento de asistencia a los estancos del 20 por ciento y se mostraba relativamente satisfecho. Los problemas vendrán cuando se de a conocer la cifra trimestral de ventas, en la que a buen seguro se constatará la inevitable caída en el consumo de tabaco. El motivo, además de la ley, tendrá más que ver con el significativo incremento de precios, que ha terminado por convencer a los más escépticos que la solución está en dejarlo. En definitiva, los datos ofrecidos ayer por los estanqueros constituyen tan sólo un pequeño oais en el extenso desierto. Industria y Cultura: sin prisa por el canon La resolución del canon de Luxemburgo supuso una auténtica revolución para todos aquellos que, desde hace años, aseguran que es ilegal y han luchado por su abolición. Y es que la citada resolución reafirmaba que una gran cantidad del dinero que hasta ahora habían recibido las entidades de gestión no les correspondía. Por lo tanto, ya son muchos los que se organizan para pedir la devolución de lo abonado previamente. Y ahora, una vez que las cartas están echadas, Industria y Cultura se reúnen para hablar sobre el canon pero no sobre la resolución y los cambios que ésta puede propiciar en las directrices establecidas hace año, sino sobre las cuantías que se fijaron en la orden ministerial para revisarlas (algo que por ley había que hacer) y para ver si hay algún aparato electrónico que se haya escapado del ojo de los recaudadores o que haya aparecido recientemente. Eso si, han fijado las bases para empezar a trabajar y el calendario a seguir: todo un esfuerzo.