China advierte al Gobierno francés que acusar a su país de robar la tecnología del coche eléctrico es "irresponsable"MADRID. El espionaje industrial a Renault por el vehículo eléctrico está adquiriendo cotas de alto voltaje y ya han comenzado a saltar chispas en las relaciones entre Francia y China. El gigante asiático negó ayer cualquier relación con el robo de tecnología y el Gobierno francés se apresuró a aclarar que haya alguna acusación hacia algún país. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hong Lei, calificó las acusaciones sobre la vinculación de su país con el caso de espionaje de "infundado e irresponsable", informa Reuters. El choque entre los dos países se produce en un momento especialmente sensible. Francia estaba intentando recomponer sus relaciones con China tras las críticas que Sarkozy hizo hace dos años por la actuación en el Tíbet para asegurarse así el apoyo del país asiático a la reforma del sistema monetario mundial bajo la presidencia gala del G-20. El enfado del gigante chino hizo que el portavoz del Gobierno francés, François Baron, aclarase que "no hay acusación oficial de Francia hacia ningún país. Está en marcha una investigación. Renault, como otros, es la víctima de una guerra de inteligencia económica". Ayer declararon ante los responsables de la compañía los tres directivos suspendidos por su supuesta relación con el caso. Uno de ellos negó estar implicado en el espionaje. "Renault está planteando acusaciones muy serias en mi contra, que niego", declaró Michel Balthazard. El vicepresidente de ingeniería avanzada en Renault dijo que la empresa aún no había tomado una decisión sobre si le despedían. Cuentas en Suiza Según Le Figaro, dos de los tres directivos sospechosos tenían cuentas en Liechtenstein y en Suiza, con 130.000 y 500.000 euros ingresados por una empresa china con sede en Pekín.s Más información relacionada con este tema en www.eleconomista.es