El Internet 3.0 habita entre nosotros sin apenas armar ruido. Se trata del Internet de las cosas, de las máquinas. Son dispositivos que están en todas partes y conversan a todas horas a través de la banda ancha inalámbrica. Se comunican en silencio, suman más de dos millones de líneas en España y generan el 15 por ciento del crecimiento de las líneas de móviles. Su mercado se conoce por el acrónimo M2M (machine to machine) y representa un universo de dispositivos interconectados de forma automatizada a través de tarjetas SIM con numeración especial. Los operadores de telecomunicaciones conocen el fenómeno desde hace años, pero ha sido ahora cuando el M2M se ha convertido en el principal motor de crecimiento de la telefonía móvil. Gracias a la comunicación automatizada se pueden prestar servicios como telemedida, telecontrol, comunicaciones entre vehículos, lectura remota de contadores (agua, luz o gas), telemedicina, teleasistencia, servicios de seguridad y de telemando de aplicaciones empresariales o domésticas. Según desvela el estudio de la Sociedad de la Información en España 2010, presentado ayer, el crecimiento de las líneas M2M en el mercado estadounidense es superior ya al de las personas. Todo lo que se puede perder en un hotel La cadena hotelera británica Travelodge ha hecho un recuento de los objetos olvidados por algunos de sus clientes a lo largo del pasado año en sus 460 establecimientos hoteleros, entre los que figuran 20.000 libros y 75.000 ositos de peluche. Objetos nada originales si se comparan con un cachorro de tigre de Benagala, las llaves de un Rolls Royce Phantom, un reloj Rolex de diamantes valorado en 50.000 libras esterlinas (60.165 euros al cambio), o 10.000 libras (12.000 euros) depositadas en la papelera dentro de un sobre, inicialmente destinadas a la adquisición de un automóvil. Uno de los objetos que más ha llamado la atención a los responsables de Travelodge es el olvido de un robot eléctrico de la serie 'Doctor Who', de tamaño real, cuyo precio de mercado ronda las 6.500 libras (7.800 euros). Tampoco desmerece el extravío de una dentadura de oro, la tarjeta de identificación policial o la sentencia judicial de un divorcio. Con todo, habría que haber visto la cara de la limpiadora que se encontró a un novio atado a la cama por sus amigos en la víspera de su boda. La noche fue tan larga que a la mañana siguiente ninguno se acordó y la ceremonia tuvo que retrasarse dos horas hasta que le encontraron en la habitación del hotel situado en la localidad de Kendal. Las deudas de Nozar, en el punto de mira La insolvencia de la inmobiliaria Nozar vuelve a estar en el punto de mira de sus acreedores. Desde el próximo lunes van a tener diez días para impugnar las deudas reconocidas por la administración concursal y reclamar lo que consideran que es suyo. Durante este periodo, los 700 acreedores a los que la inmobiliaria adeuda unos 1.600 millones de euros, entre los que se encuentran pequeñas empresas y compradores particulares, tienen la oportunidad de personarse en el concurso. Una vez se hayan tramitado todas las impugnaciones, que deberán ser tramitadas con abogado y procurador, las deuda de Nozar podrían volver a crecer, tal y como sucedió nada más iniciarse el concurso de acreedores. El primer informe de los administradores concursales de la inmobiliaria dejaron claro que los antiguos gestores alargaron deliberadamente la agonía financiara de la compañía que se tendría que haber declarado en concurso necesario en 2008 y no en 2009, cuando anunciaron una deuda de 700 millones que finalmente se duplicó.