La puesta en marcha de una factoría en Tánger puede amenazar su funcionamiento madrid. Aunque por ahora no hay hechos que puedan resultar alarmantes, sí podría existir una amenaza futura para que la planta que Renault tiene en Valladolid continúe a pleno rendimiento en los próximos años. El motivo es la próxima entrada en funcionamiento de una nueva fábrica de la marca de automóviles en Tánger (Marruecos) que, según expresaba ayer la Unión General de Trabajadores, genera una cierta preocupación.De hecho, UGT piensa exponer el problema en la reunión del comité de la división europea de la compañía, que se celebrará el próximo 19 de septiembre. Mientras, la organización sindical ha afirmado que seguirá trabajando para que se cumpla el Convenio Colectivo y, de este modo, conseguir que el nuevo modelo que sustituirá al Modus esté en las líneas de carrocería y montaje de la planta vallisoletana para el año 2008.Además, el sindicato se reunió ayer con el presidente de Renault España, Juan Antonio Fernández de Sevilla, para tantear el terreno y ver cómo pueden influir los planes de Marruecos en nuestro país. El responsable de Renault en España quiso calmar los ánimos y afirmó que la planta de Tánger tendrá efectos "nulos" sobre las fábricas españolas. Eso sí, también explicó las ventajas que tiene para la compañía el traslado de actividades a países como el magrebí. Fernández de Sevilla explicó que Marruecos es un destino interesante por su nivel salarial, además de tener buenas condiciones tecnológicas y fiscales. A esto se suma que la nueva planta estará a orillas del mar, algo muy importante para la logística.En cualquier caso, adelantó que en Marruecos se fabricarán modelos de la casa Logan, de bajo coste, mientras que en Valladolid se seguirá con la marca Renault.