La entidad financiera pagó 3,6 euros por la participación de BBVA y Logistamadrid. Caja Madrid recupera su inversión en Iberia prácticamente en la puerta de embarque de la fusión con British Airways, tras más de tres años con minusvalías latentes. La aerolínea presidida por Antonio Váz- quez cerró ayer la sesión a 3,7 euros, tras una espectacular subida del 16,06 por ciento desde primeros de año, y supera el precio que la caja dirigida ahora por Rodrigo Rato pagó por las participaciones de Logista y BBVA en el otoño de 2007. Parece que ha sido un capricho del azar, porque en aquel 21 de noviembre de 2007, cuando la entidad financiera decidió comprar el 6,41 por ciento que la filial de distribución de Altadis tenía en Iberia, el presidente de Logista era el propio Antonio Vázquez. Dos días antes, Caja Madrid había comenzado su operación de asalto al primer puesto del accionariado de Iberia adquiriendo el paquete de BBVA: un 6,99 por ciento. Entrar por la puerta de atrás La entidad financiera madrileña alcanzaba de esta manera cerca del 23 por ciento de la compañía con sede en Barajas y evitaba que la alianza entre British Airways y Texas Pacific Group para controlar el grupo por la puerta de atrás prosperase y que la T-4 de Barajas quedara en manos extranjeras. La aerolínea británica recapacitó y se dio cuenta de que la única manera de que prosperaran sus intenciones era retomar las negociaciones de fusión en estrecha colaboración con el consejo de administración de Iberia. El problema es que casi un año después, en octubre de 2008, alguien se tuvo que preguntar desde la dirección de la caja si la operación había sido acertada tras haber invertido 470 millones de euros en las dos compras. En ese momento, era complicado justificar que Iberia había caído en barrena y su valor en bolsa no subía de 1,25 euros. Hoy ya nadie duda del éxito del golpe estratégico de Caja Madrid desde que a comienzos de julio de 2009 Antonio Vázquez se pusiera a los mandos de Iberia para cerrar la fusión con British y lo lograra en tiempo récord. El próximo 24 de enero el nuevo gigante International Airlines Group (AIG) comenzará a cotizar de manera conjunta y si el valor no baja de los 3,6 euros (como es de esperar), Caja Madrid habrá hecho un buen negocio. En primer lugar, porque el 13,41 por ciento del capital que le compró a Logista y a BBVA ya está, como mínimo, amortizado. En segundo lugar, porque las plusvalías que ha alcanzado el primer paquete que adquirió en 1999, cuando se creó el núcleo duro de Iberia, comienzan a ser más que atractivas. La entidad financiera que lidera el mayor SIP que ahora existe en el sistema financiero español pagó 2,99 euros por el 9,63 por ciento de Iberia. Más de once años después, esos títulos han experimentado un incremento del 3,7 por ciento sin contar el dividendo que ha ido recibiendo de Iberia durante la mayoría de esos años, una retribución al accionista que se llegó a cobrar 12 años seguidos antes de que la crisis obligara al consejo de la compañía a dejar de premiar la fidelidad de sus dueños. Pero que las acciones de Iberia alcancen 3,6 euros también tiene otro significado muy importante para la dirección de British Airways. Da la razón a la aerolínea británica en sus previsiones, ya que en la primavera de 2007, cuando quiso comprar por primera vez Iberia subiéndose en marcha a la oferta del fondo de inversión Texas Pacific Group, aseguraba que la compañía valía 3,6 euros por acción y parece por los hechos que no andaba muy desencaminada. Un precio objetivo de 3,6 euros Un detalle más de esta cifra mágica para la cotización y los últimos años de historia de Iberia. El precio objetivo que fija el consenso de los analistas agrupados en FactSet también alcanza 3,6 euros. Entre esta selección Credit Suisse es la firma más optimista y fija el potencial de la aerolínea española en 4,55 euros. También hay otro analista, cuyo nombre no se hace público, que lo fija en 4,20 euros. De todas formas, es de esperar que en las próximas semanas este precio objetivo aumente y cuando los expertos revisen sus informes reflejen el cambio al alza. Y más teniendo en cuenta las previsiones de organismos internacionales como la IATA, que estima para este ejercicio unos beneficios totales del sector de 11.220 millones de euros, un 65 por ciento más de la anterior estimación.