A cambio, la constructora venderá al australiano sus acciones en Bristol y SydneyMADRID. Pista libre. Con esta tranquilidad afronta Ferrovial las cuatro semanas que le quedan por delante para decidir si lanza, o no, una opa sobre la mayor compañía de aeropuertos del mundo, la británica BAA.Como adelantó elEconomista el martes, ni Goldman Sachs ni Macquarie están preparando una oferta sobre el grupo inglés. Una posibilidad que surgió al calor de la rumorología que está rodeando a toda la operación. Pero ayer se demostró todo lo contrario.A primera hora de la mañana, Ferrovial anunció que había contratado el grupo australiano como asesor en la operación sobre BAA, junto al estadounidense Citigroup, que desde el principio está asesorando a la constructora.Además, si triunfa la operación, la empresa española venderá a Macquarie las participaciones que tiene en los aeropuertos de Bristol (Reino Unido) y Sydney (Australia), donde son socios.Interés mutuoCon este acuerdo, sellado el martes por la noche, Ferrovial se garantiza que Macquarie no interferirá en sus planes. Una amenaza que Goldman Sachs ya despejó el lunes, cuando reconoció estar preparando una opa sobre los puertos británicos, no sobre los aeropuertos, como habían publicado algunos medios.Por su parte, el grupo australiano consolidará dos aeropuertos que considera estratégicos y reducirá cualquier riesgo futuro.En Sydney, el grupo controlado por la familia Del Pino posee el 20,9 por ciento del capital, y el 50 por ciento de Bristol. Con su venta, Ferrovial ingresaría 754 millones de euros (600 millones por el primero y 154 por el segundo). Este precio corresponde a la valoración que hizo Macquarie Airports (división de aeródromos del grupo australiano) de estos activos en diciembre de 2005.Además, Ferrovial destinará estos ingresos a reducir la disparada deuda que deberá asumir si compra los aeropuertos británicos. Por el momento, la compañía ha ofrecido 810 peniques por acción (11,7 euros), que suponen valorar toda la compañía en más de 12.600 millones de euros. De esta cantidad, la española deberá hacer frente al 60 por ciento (7.500 millones) y el resto lo desembolsarán sus socios en la operación, Caisse de Dépôts et Placement du Québec y una sociedad de inversión del Gobierno de Singapur.Pero Ferrovial tiene otro as en la manga. La compañía tiene la opción de vender sus participaciones en los aeropuertos a otros socios con un descuento del 7,5 por ciento, es decir, por 694 millones. Una posibilidad que no interesa a Macquarie, ya que su estrategia siempre va dirigida a tomar la mayoría en los proyectos donde participa, para poder gestionarlos.Pero, la compañía española ya anunció que podría vender algunos activos para afrontar la compra de BAA. Estos dos aeropuertos estaban en su punto de mira. Una amenaza que puede esconder la razón por la cual Macquarie ha preferido alinearse con el grupo español.Acuerdo que ayer recogió con subidas el mercado. Ferrovial fue uno de los valores protagonistas del parqué español, tras revalorizarse un 3,50 por ciento, hasta 66,50 euros por acción. Por su parte, los inversores británicos elevaron el precio de BAA un 1,39 por ciento, hasta 838,5 peniques, al considerar que, con estas novedades, el plan de vuelo de sus aeropuertos empieza a aclararse.