La Comisión Europea se opone también a que se cree la marca Viñedos de Franciamadrid/Bruselas. El Gobierno español se ha quedado con la copa en la mano. Estaba preparado para el brindis, pero no ha podido ser. Bruselas ha prohibido una de sus principales iniciativas para impulsar el consumo de vino, la creación de una nueva denominación genérica: Vinos de España. La Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea envió una carta al Gobierno francés el pasado mes de junio en la que rechazaba tres nuevas denominaciones de origen, entre las que se encontraba Viñedos de Francia y reiteraba la negativa a España a aceptar su propuesta Vinos de España, anterior al caso francés.Bruselas esgrime que el reglamento comunitario en la materia exige que las denominaciones de origen se refieran a zonas más pequeñas que la totalidad de un país. Incluso es complicado acuñar una denominación de origen que cubra toda una región; posibilidad que está "reservada únicamente a vinos de calidad producidos en una región determinada", según explican los eurócratas de Bruselas en su carta a las autoridades francesas.Puerta abiertaPero el Ejecutivo comunitario ha entreabierto la puerta a que en las etiquetas de los vinos de mesa pueda aparecer que se trata de productos procedentes de España. Aunque en la actualidad no sea posible, los ministros de Agricultura de los 27 países de la UE negocian en la actualidad la futura reforma del sector. Y en las propuestas iniciales de la Comisión Europea se abre esta posibilidad. Eso sí, de momento se trata de una propuesta y habrá que esperar a ver si a finales de este año o inicios del que viene cuaja, una vez haya concluido la negociación y se haya adoptado la reforma y redactado los textos legales que la desarrollen.Los que probablemente si que levanten su copa serán los consejos reguladores de las denominaciones de origen, que se habían opuesto firmemente al proyecto. Rioja o Ribera del Duero aseguraban que poner la marca España a los vinos confundiría al consumidor y no serviría para impulsar las ventas en el exterior, tal y como pretendía el Ejecutivo. Empresas como Freixenet o Osborne, además de la Federación Española del Vino, que agrupa a cerca de mil bodegas, defendían en cambio la nueva denominación. Pau Roca, secretario general de la patronal, se muestra, sin embargo, optimista. "Es probable que la nueva regulación del vini cando se apruebe la OCM, las normas de etiquetado cambien y sí que podamos utilizar el apellido España", asegura.