Un tribunal de Ginebra se encargará de juzgar la decisión de la estatal argelinamadrid. Después de rescindir el contrato con Repsol y Sonatrach para desarrollar el proyecto de gas natural licuado Gassi Touil, la argelina Sonatrach piensa seguir echando fuego a la hoguera. Según anunciaba ayer, la compañía estatal tiene pensado reclamar daños y prejuicios a las dos empresas españolas debido a los supuestos incumplimientos que tanto una como otra habría cometido en su aventura argelina. A juicio de la compañía, tal y como iban las cosas, había demasiados gastos y era imposible que el proyecto estuviese terminado para 2009, tal y como se establecía en el contrato.Una versión que no es compartida desde el otro lado de la trinchera, posiblemente porque en varias ocasiones se había tratado de dar alternativas para solucionar los posibles retrasos, motivados también por la gran demanda de gas natural licuado que existe en la actualidad y por el aumento de costes en los proyectos de ingeniería de este tipo. La argelina añadía ayer que sus antiguas compañeras de proyecto habían dado un tono político "gratuito" a sus comunicados, "al atribuir la decisión de rescindir el contrato al Gobierno argelino".Lo cierto es que en el hecho relevante que la petrolera remitió el lunes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no hacía referencia al Ejecutivo de Buteflika, aunque la gasista catalana sí citaba la estrategia que ha estado adoptando el Gobierno del país magrebí durante los últimos meses.Y mientras Sonatrach anunciaba su intención de recurrir también al arbitraje internacional, desde España se ponían manos a la obra y ya se daban los primeros pasos de un proceso que podría llegar a prolongarse entre uno y dos años. Por ejemplo, ya se sabe que será el Tribunal Internacional de Arbitraje de Ginebra el que se encargue de decidir sobre los daños y prejuicios que Sonatrach ha provocado al decidir suspender el contrato que las empresas españolas se habían adjudicado en 2004 en un concurso internacional y en el que ya habían invertido 400 millones de euros.Asimismo, desde la argelina quisieron dejar claro que lo ocurrido con Repsol y Gas Natural no afectará a otros proyectos que la compañía estatal tenga actualmente entre manos.