La operación, de 68 millones, se cerró el 30 de diciembre y se añadirá a la de Neo Skymadrid. Iberdrola sigue avanzando en su plan de desinversiones y está a punto de alcanzar los 2.000 millones de euros. Según fuentes del mercado, la eléctrica cerró el pasado 30 de diciembre la venta de Energyworks do Brasil, así como de su filial Capuava Energy, a la distribuidora carioca Neoenergia, de la que la eléctrica es propietaria de un 39 por ciento del capital. La operación, valorada en 68 millones de euros, servirá a la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán para continuar con sus desinversiones, que suman en este momento 1.886 millones de euros, frente a los 2.500 millones anunciados en su plan de inversiones. Energyworks do Brasil es una compañía productora independiente que proyecta, desarrolla y opera un total de seis plantas de cogeneración para clientes industriales, una de ellas a través de Capuava Energy. Entre todas las plantas suman una capacidad de 93 MW y tiene una producción de 405 toneladas métricas por hora de vapor. Según los datos de la compañía, estas centrales están ubicadas en los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Paraná y Ceará y entre sus clientes figuran las empresas Kaiser, Brahma, Corn y Petroquímica Uniao. Iberdrola sigue así reforzando su participada Neoenergia que, como adelantó elEconomista, resultó adjudicataria en una subasta de una central hidroeléctrica brasileña que tendrá una potencia de 1.820 MW, lo que equivale al suministro eléctrico de casi cinco millones de personas. Esta nueva planta, que requerirá una inversión de 1.640 millones, estará ubicada en el río Teles Pires, en el estado de Mato Grosso. El contrato de concesión es de treinta años y comenzará a verter electricidad a partir de enero de 2015. Iberdrola está presente en Brasil desde 1997 a través de su participación en Neoenergia, en la que tiene como socios locales a Banco do Brasil con el 12 por ciento y a Previ con un 49 por ciento. La eléctrica además prevé también cerrar la venta de Neo Sky a un grupo de fondos liderados por Gala Fund Managment a finales de enero, con un precio de entre 30 millones y 50 millones. Estas dos desinversiones supondrán que Iberdrola pase de los 1.886 millones que ya ha desinvertido a cerca de los 2.000 millones. La cantidad hubiese ascendido a casi los 2.500 millones si la venta del 10 por ciento de Gamesa se hubiese mantenido. La compañía se desprendió de un 10 por ciento de Gamesa por cerca de 400 millones, pero en los últimos meses ha recobrado parte de su participación, situándose en el 19 por ciento del capital social de la misma. La eléctrica no descarta aumentar su participación, pero deja claro que no superará el 30 por ciento para evitar lanzar una opa. Fuentes consultadas por elEconomista dicen que busca superar el 20 por ciento. Entre las últimas desinversiones, la compañía alcanzó en octubre un acuerdo con la colombiana Empresas Públicas de Medellín para desprenderse de las cuatro eléctricas de Guatemala, por un total de 232,9 millones. La operación supondrá plusvalías de 100 millones.