También pretende reducir lo que cobran las eléctricas por garantía de potenciamadrid. Mientras Joan Clos era ayer uno de los hombres más buscados por el conflicto abierto entre Repsol YPF, Gas Natural y Sonatrach, al departamento que dirige aún le quedaba tiempo para ocuparse de una de sus tareas pendientes: las nuevas tarifas eléctricas que entrarán en vigor a partir del 1 de octubre y que, según adelantaba ayer el Ministerio, serán congeladas. O lo que es lo mismo, durante el último trimestre del año no subirá la factura de la luz. De esta forma, y coincicidiendo casi con la vuelta al cole, el ministerio ponía los deberes de septiembre a la Comisión Nacional de Energía (CNE), al remitirle la propuesta de Orden Ministerial, acompañada de la Memoria Económica, que el regulador tiene ahora que estudiar para emitir el informe correspondiente.Una medida, la de congelar la tarifa eléctrica, que choca con una de las grandes preocupaciones del Gobierno, es decir, el déficit tarifario que afronta España y que asciende hasta los 1.500 millones de euros, según las cifras del Ministerio. Sin embargo, desde Industria confían ahora en que este déficit desaparezca de una forma progesiva, después de ser uno de los principales motivos esgrimidos por el Ejecutivo cuando a comienzos del verano defendía una subida de los precios de la electricidad.Más novedadesNo es la única novedad que incluye el borrador ministerial. En caso de que finalmente sea aprobado tal y como está planteado en este momento, también habrá cambios en la clasificación en función de la demanda. De este modo, si antes la última quincena de junio y todo el mes de julio se consideraban temporadas bajas y medias, respectivamente, a partir de ahora van a ser consideradas temporadas altas. Lo contrario que pasará con el mes de noviembre, que si antes estaba dentro de los meses de demanda alta, a partir de ahora se convertirá en tenporada media. Una medida que obedece a los cambios que está viviendo la demanda de los españoles durante los últimos años, motivados en gran parte por unos inviernos más suaves y unos veranos más cálidos.Otra asignatura que no podía quedar pendiente después del apagón más famoso de todo el verano, el del 23 de julio en Barcelona, era el del suministro. A este respecto, la intención de Industria es modificar el sistema de pagos a las eléctricas en concepto de "garantía de potencia", hasta conseguir que, a largo plazo, pasen de ingresar 1.200 millones de euros por este motivo a cobrar tan sólo 300 millones.El modo de hacerlo será ligar los incentivos para la inversión a un Índice de Cobertura que permita prever cuáles van a ser las necesidades del futuro.Además, desde el el departamento que dirige Joan Clos dan un aviso para navegantes. Si se llega a ejecutar todo lo propuesto en la nueva Orden, las eléctricas tendrán que tener en cuenta que de octubre en adelante las consecuencias para las compañías que no cumplan con sus compromisos de servicio de disponibilidad serán más duras que hasta ahora. Aunque desde el Ministerio no concretan en qué se van a traducir esas consecuencias, sí afirman que "las modificaciones introducidas imponen condiciones más exigentes a las empresas en la prestación de servicios".Ahora el turno es para el organismo presidido por Maite Costa, que tiene diez días para pronunciarse sobre la propuesta, además de entregar al Ministerio una previsión del déficit para 2007, de acuerdo a lo que ha solicitado Industria.