La empresa Master D incorpora las nuevas tecnologías para preparar a sus alumnoszaragoza. Las nuevas tecnologías han revolucionado diversos sectores, como el de la formación abierta, área en el que opera la empresa aragonesa Master D. Desde sus comienzos, esta compañía apostó por ellas para solucionar, en primer lugar, sus necesidades de comunicación entre las diferentes delegaciones -a través de intranet- para, posteriormente, incorporarlas a su metodología de enseñanza y formación. De esta manera, la empresa ha puesto en marcha un sistema formativo en el que se incluye material didáctico y educativo en formatos como el vídeo o el MP3, que conforman un complemento al contenido que perciben los alumnos por vías más tradicionales como los libros o cuadernillos e, incluso, Internet. Así, siempre según las indicaciones del tutor, el alumno puede recibir material de refuerzo, por ejemplo, en formato de vídeo, para que pueda entender mejor términos que se hacen más comprensibles mediante una secuencia audiovisual, que se graba en las propias instalaciones de la empresa por los equipos de expertos de cada área temática. Con ello, además, se consigue, por ejemplo, una menor dependencia del alumno de elementos como el espacio y el tiempo para favorecer que haga cursos a través de un servicio on-line con una plataforma privada de formación y televisión por Internet. Aparte, también se pueden repasar y seguir aprendiendo a través del MP3, "que se entrega al alumno con el temario indicado por el preparador una vez ha superado un nivel de conocimientos", según indica Manuel Fandos, portavoz de Master D. Y para mantener la comunicación con los alumnos, las nuevas tecnologías son fundamentales. Un ejemplo es el sistema para avisar de la convocatoria de plazas de oposición a todos los interesados a través de SMS. La formación con nuevas tecnologías se quiere aplicar a todos los cursos de Master D, que ha diseñado un plan de crecimiento para 2010 en el que se incluyen la apertura de 3 delegaciones más en Portugal para copar entre el 75 y el 80 por ciento de la enseñanza abierta en el país luso.