La AEB defiende la salud del sector e insta a los expertos a identificar a los débilesmadrid. Dieciocho bancos y dos cajas de ahorros han acumulado pérdidas en los nueve primeros meses de 2010. La cifra se eleva en seis con respecto al mismo periodo del año anterior como consecuencia de los mayores deterioros del balance. Aún así el conjunto del sector continúa generando beneficios, principalmente por la evolución de las principales entidades del país. Los bancos ganaron 6.555 millones, lo que supone un 30 por ciento menos. Las cajas, por su parte, obtuvieron un resultado neto de 1.800 millones, un 60 por ciento menos, como consecuencia de la bajada de los márgenes y el aumento de las provisiones. Destaca el agujero de CajaSur, que alcanza ya los 950 millones a septiembre, 100 millones más que el aflorado por el Banco de España hasta agosto. La otra caja que registra números rojos, de 5 millones, es Guadalajara, que acaba de ser absorbida por Cajasol, y que se incorporará a Banca Cívica. En el tercer trimestre fueron más entidades de ahorros las que han presentado pérdidas estancas. Son once: las dos gallegas, la nueva Caja Duero-Caja España, Granada, Kutxa, Cantabria, Badajoz, Penedés, Cai, CajaSur y Guadalajara. Los bancos con resultados negativos son todos de pequeño tamaño y filiales extranjeras. Así por ejemplo en la lista se encuentran Caixa Geral, Citibank y BNP Paribas. Además, está la franquicia de consumo de Caja Madrid y Mapfre y los bancos por Internet del Santander y BBVA (Openbak y Uno-e). Este estado de situación permitió al secretario general de la Asociación Española de Bancos (AEB), Pedro Pablo Villasante, a defender la solvencia y la capacidad de resistencia del sector. Villasante resaltó los beneficios obtenidos por la banca, que se mantendrán el próximo ejercicio, y el aumento de los recursos propios sin haber recibido ayudas públicas. Por este motivo, se mostró perplejo por las dudas que han resurgido en el mercado sobre el sector en las últimas semanas tras el estallido de la crisis irlandesa. Ante este panorama y el esfuerzo en transparencia que se está realizando desde hace meses, retó a los expertos y analistas a que identifiquen a las entidades que, a su juicio, necesitan una recapitalización y no hagan valoraciones conjuntas sobre el sistema sin dar más explicaciones que la coyuntura económica. Este mensaje iba dirigido para que se aumenten las diferencias entre cajas y bancos. "Es injusto e inadecuado que se cuestione a la banca española después de la publicación de los test de estrés", recalcó Villasante en una rueda de prensa, en la que mostró su preocupación por el cambio de actitud de los inversores, que ahora en vez de fijarse en datos reales basan sus decisiones y opiniones en hipótesis de futuro. El responsable de la AEB indicó que la banca está en condiciones de cumplir con los requerimientos de capital de Basilea III. A día de hoy cuentan con superávit de capital.