El proyecto de unión entre el grupo privado y la compañía estatal, en peligroparís. Francia podría quedarse definitivamente sin gigante energético, tal y como había previsto el anterior gobierno de Dominique de Villepin bajo los auspicios del presidente Jacques Chirac. El nuevo jefe de Estado, Nicolas Sarkozy, sigue sin decidirse sobre el proyecto de fusión de la empresa pública Gaz de France (GDF) con la privada Suez. Una operación acordada hace un año y medio para contrarrestar una posible OPA de la italiana Enel. Ahora, el tiempo apremia. Por un lado, el plazo dado por la Comisión Europea acaba este viernes. Por otro, el presidente de Suez, Gérard Mestrellet, envió el lunes una carta a Sarkozy donde le proponía un traspaso de acciones para equilibrar la operación con plazo mázimo de respuesta hasta finales de semana, antes de que la multinacional se proponga un cambio de estrategia, según revelaba en el británico Financial Times.Las dificultadesFuentes del Elíseo no quisieron confirmar a los medios franceses la existencia ni el contenido de esta carta, pero éstos califican la situación de ultimátum a las autoridades del Estado. El diario Le Monde revela en su edición de ayer que Mestrellet y Sarkozy se reunieron a principios de agosto para discutir de las dificultades de la fusión. En el escenario actual, el control público del futuro gigante se limitaría al 34 por ciento o menos, un porcentaje inferior a la minoría necesaria de bloqueo, a causa del mayor valor que tienen en bolsa los títulos de Suez en comparación con los de GDF. La cotización de las primeras se sitúa en torno a 39 euros respecto a los 34 de las segundas.Una diferencia que al cierre de la sesión de ayer seguía aumentando. Sarkozy no acepta esta desigualdad, de la misma forma que cuando fue ministro de Economía en 2004 se mostraba contrario a la privatización de GDF. Además, con el valor actual de ambas empresas, los accionistas de Suez tendrían que recibir un dividendo suplementario, lo que supondría un gran desgaste para el gobierno de cara a la opinión pública.Por ello, Mestrallet habría propuesto en la carta al presidente galo que el 6,6 por ciento que el Estado posee en Suez sea traspasado a GDF para compensar las dos partes. En esta alternativa, también estarían de acuerdo los responsables de GDF y harían frente común para presionar a la presidencia francesa. Los consejeros de Suez deben reunirse hoy a la espera de una respuesta de Sarkozy. Anteriormente, el grupo energético había rechazado la opción de desprenderse de sus actividades de medio ambiente para rebajar su cotización.El tema pone en una situación delicada al presidente francés porque los sindicatos interpretan estas noticias como un chantaje a los intereses públicos. Por su parte, el grupo Suez podría decidir en las próximas horas abandonar el proyecto energético francés, pero al mismo tiempo desmintió las informaciones del diario FT.