Rebaja la calificación debido a su alta exposición al ladrillo, la caída de los ingresos y por cerrar el grifo del créditoMADRID. Cajasol suspende. La agencia de calificación Fitch anunció ayer que rebaja la calificación de la entidad que preside Antonio Pulido y la sitúa a tan sólo dos escalones del bono basura. La agencia de calificación se carga de razones para otorgar esa nota, aunque lo resume en tres aspectos: su alta exposición al ladrillo, sus menores ingresos y la escasa cocesión de créditos. Fitch hace un reposado análisis sobre la situación de la entidad sevillana, en el que se recoge el fuerte impacto que ha tenido para la caja el frenazo y marcha atrás del sector inmobiliario y constructor. Pero no es el único motivo de esta rebaja de la calificación. La agencia también pone de relieve el fuerte retroceso de los ingresos por la caída de los tipos de interés, así como "la contenida concesión de créditos" por parte de la entidad. La calificación, que mide la capacidad de devolución de la deuda a medio plazo de Cajasol, también pone de manifiesto la necesidad que tiene la entidad que preside Antonio Pulido de engordar las provisiones para hacer frente a los posibles impagos. Pero no todo son palos, la agencia de calificación también da una de cal a la caja sevillana, al destacar la buena red comercial de la caja andaluza en sus provincias de origen y la adecuada financiación y liquidez de la entidad financiera. Unas cualidades que, sin embargo, no impiden que la calificación para la caja pase de A- a BBB con perspectiva negativa. La nota de la entidad sevillana se conoce en puertas de su integración en Banca Cívica, y una vez culminada su fusión con Caja Guadalajara. Precisamente, ayer se constituía la mesa laboral para negociar la entrada de Cajasol en el grupo. Según indicaron a Ep fuentes sindicales, la mesa se constituyó con 17 miembros por la parte empresarial y otros tantos por la parte sindical que han pedido que se actualice el cuerdo con la constitución del SIP que inicialmente agrupaba a Caja Navarra, Burgos y Canarias el pasado mes de marzo. La representación sindical estará formada por cinco representantes de CCOO, cinco de UGT, dos de CSICA y uno por cada uno del resto de sindicatos, es decir, SEA, GTB, LAB, CGTy ELLA. Los representantes sindicales que se sentarán en esta mesa laboral contarán, además, con asesores. Las cajas propusieron, el pasado viernes, reducir los costes laborales con un ajuste de plantilla de un máximo de 1.100 trabajadores a través de prejubilaciones y bajas incentivadas "en el caso de que esa reducción no se cubriera con esas prejubilaciones".